El colegio diocesano Santo Domingo homenajea a 17 profesores jubilados

Con el acto homenaje a los diecisiete profesores jubilados en la última década (nueve de ellos ya fallecidos) y un concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Orihuela concluyó la XII Semana Cultural del Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela que ha contado con mesas redondas, conferencias, actuaciones musicales, exposiciones, certámenes literarios y de dibujo y pintura, Feria del libro, encuentros de autor, teatro, Feria vocacional y de Universidades, animación lectora, jornadas deportivas y exhibiciones.

El director del Colegio, P. José María Fernández-Corredor Soriano, dio la bienvenida a la personas homenajeadas y al resto de asistentes, entre los que se encontraban representantes de ayuntamientos de distintas poblaciones de la Vega Baja, Caballero Cubierto de la Procesión del Santo Entierro, Policía Nacional, Cronista de la Ciudad, presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos ‘Santas Justa y Rufina’, representaciones de otras entidades culturales y sociales de la ciudad, claustro de profesores del Colegio, presidenta de la A.M.P.A., así como familiares de los protagonistas de la noche.

En su discurso, Fernández-Corredor resumió las actividades realizadas durante la Semana Cultural, agradeciendo a las entidades culturales, deportivas, científicas y universitarias su participación y apoyo en esta celebración. “El objetivo de esta semana –dijo el director del Colegio- es contribuir a hacer de la cultura un valor de la persona. Una cultura que rompa muros. Que persiga la búsqueda de la verdad”. Y añadió: “El proyecto educativo de este colegio persigue reforzar los principios y valores que construyan una personalidad que englobe todos los ámbitos: cuerpo, alma y espíritu”.

También tuvo el director palabras de elogio hacia los profesores jubilados, de los que destacó su saber y experiencia, su trayectoria humana y espiritual. Sin olvidar a Pura Ballester, antigua alumna homenajeada por su trayectoria, ya que “el objetivo del proyecto educativo de este colegio es lanzar personas al mundo para mejorarlo, y aquí tenemos un claro ejemplo de su consecución”. Por último, agradeció a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela su colaboración en el acto, al incluir el concierto que se pudo disfrutar dentro del ciclo “Primavera Hernandiana”.

A continuación, José Antonio Riquelme Alvarado, profesor del colegio y antiguo alumno, realizó una breve semblanza de cada uno de los profesores jubilados que recibían el reconocimiento:

Rafael Fenoll Bergua

Hombre preciso, meticuloso y austero donde los haya. Y estas características personales supo convertirlas en virtud y en señas de identidad. De sus manos salieron unas “milagrosas “fotocopias para aprender la Química, con total y absoluta vigencia, tanto dentro como fuera del Colegio, de las que se han beneficiado promociones y promociones de alumnos. Supo hacer de su forma de entender la enseñanza de la Química, un compromiso, más bien un reto, al que no todos los alumnos estaban dispuestos a enfrentarse. Hablar de Química en Santo Domingo y en Orihuela era hablar de D. Rafael Fenoll. Todo un referente, unido y vinculado al estilo y modo enseñar y educar en el Colegio Santo Domingo.

Carlos Martínez Ferrer

Hombre de arraigadas costumbres y transmisor de valores educativos como la puntualidad y el orden. Amante de la literatura clásica en la que encontró una inagotable fuente de inspiración. Supo consolidar una autoridad cara a los alumnos, como producto de la consideración y admiración que éstos le profesaban. Construyó y conquistó un respeto basado en la libertad e interacción con los educandos, ganándose un reconocimiento y una gratitud que todavía hoy siguen vigentes a pesar de los años transcurridos.

Mercedes Quesada López

Maestra comprometida e involucrada en su tarea diaria, no sólo de enseñar, sino de educar. Educando con un personal estilo de vida y de acción, poco dada a los discursos. Congruente en todo momento con su método de enseñar y de entender su vinculación con el Colegio. Ella tuvo claro que en su línea educativa y de actuación eran más convincentes las acciones que las palabras.

José Verdú Mazón

Hablar de Pepe Verdú es simplificar la Bondad y la cercanía a los alumnos. El conocimiento, la cotidianidad y accesibilidad en el trato con las Familias y con los alumnos, eran sus señas de identidad. Siempre solícito a escuchar y brindar su apoyo. Su experiencia en el área del deporte y la Educación Física marcaron su trayectoria en el Colegio. A pesar de pregonar y alardear a los cuatro vientos de sus orígenes salesianos, supo dejar su impronta diocesana como amante y exalumno del Colegio. Sus principios educativos siempre estuvieron basados en la razón y el diálogo, encaminados a hacer de los jóvenes, futuros hombres y mujeres independientes, responsables y felices. Siempre alejado de los castigos y con alternativas basadas en su dilatada experiencia como docente, reflexionando y planteando la conveniencia de educar a través de la palabra y el ejemplo.

Manuel Espinosa Aguilar

Su principal característica definitoria se basaba en la educación en el silencio. Rehuía de modelos autoritarios e impositivos. Su sola presencia era constitutiva de profesionalidad, respeto, dedicación y compromiso con su labor educativa. Amante del orden y la disciplina, pero aplicadas con coherencia y mesura. Su pasión por la enseñanza, en especial en el área de las matemáticas, le definió como un gran maestro, una excelente persona y un enorme educador.

Manuel Gutiérrez Rocamora

Hablar de D. Manuel Gutiérrez es abrir el capítulo del compromiso del Colegio con el mundo de los idiomas. Profesor de francés y de inglés, pero fue en este segundo idioma en el que desplegó su mayor actividad como docente. Siempre cercano y solícito. Para él el Colegio lo fue todo a nivel personal y familiar. Atesora infinidad de anécdotas y vivencias. Regentó durante muchos años el cargo de responsable del área de eventos , festividades y actividades extraescolares para los docentes del Colegio.

Fina Mari Romero Navarro

Su etapa en el Colegio se desarrolló en un momento particularmente difícil y complicado, coincidiendo con los comienzos de la coeducación .Las primeras alumnas habían hecho acto de presencia en el Centro, lo que conllevó que fuese la primera dama seglar que ejercía la labor docente como tal y dentro del área de la Educación Física. Su talante afable y maternal fue su mejor bandera y las niñas en particular le profesaban respeto, cariño y admiración. Todavía son recordados los emblemáticos festivales de fin de curso en los que se ponía en valor, cara a los padres, las destrezas de las jóvenes en aquellas peculiares y características tablas gimnásticas.

Francisco López Lidón

Hombre polifacético donde los haya. Capaz de dar sus clases de inglés, de hacerse cargo del estudio de los alumnos internos de Primaria, de ejercer labores administrativas, de regentar la tienda de material escolar, de demostrar sus condiciones de portero en los emblemáticos partidos de fútbol de profesores-alumnos, y hasta de conducir el autobús que el Colegio tenía en propiedad, fruto del éxito en ‘Cesta y Puntos’. Su disponibilidad y compromiso han constituido el mejor baluarte a lo largo de su dilatada y fructífera vida en el Colegio.

También recordó Riquelme Alvarado a los profesores difuntos que no llegaron a este homenaje: Ildefonso Moya Martínez, Juan Navarro Majarín, Jose Manuel Ángel Muñoz, Francisco Mazón Tovar, Mari Cruz Fernández Seco, Julio Muñóz Pellús, Agustín Navarro Moya, Eliseo Villagrasa Bonet y Juan José García Vidal.

Cada uno de ellos recibió un detalle de mano de sus familiares o compañeros, consistente en una maqueta a pequeña escala del edificio monumental de Santo Domingo.

Seguidamente, el profesor José Manuel Berná presentó a la antigua alumna Pura Ballester Navarro, de la que expuso su brillante curriculum, en el que se incluye el premio a la investigación en autismo “Ángel Riviére” de la ETAPI. Berná destacó, además de su trayectoria profesional, sus valores personales. Por último, Pilar Fabregat presentó a la Orquesta Sinfónica de Orihuela que, bajo la batuta de Antonio Pujol, ofreció un concierto con variado repertorio que puso el colofón a la XII Semana Cultural.