Festival internacional de cine de Alicante. Maria Bestard

Ayer fue un sábado completo, caluroso y radiante. Tranquilo y lleno de actividad cultural y lúdica. Por la mañana con mi Luz Sigüenza estuve en los campos de golf de Bonalba disfrutando de una puesta en escena monumental – no tengo ni idea de jugar al golf ni tenga la intención de aprender-. La radio en la que llevo más de veinte años – Onda Cero- haciendo un programa de literatura con la locutora más guapa de Alicante organizó un sarao importante. Cañas, vinos, montaditos, verdes praderas y piscinas de película. Me declaré a Luz dos veces, la primera en una alfombra verde cerca del hoyo cuatro y la segunda en una cascada, que parece una cueva natural, en la que dan ganas de quedarse a vivir. Las dos veces me dijo que se lo iba a pensar y aquí estoy yo esperando la respuesta.

No tuve tiempo de deprimirme ante mi Luz torera que me daba largas cambiadas, manoletinas y gaoneras ante mis embestidas cada vez más débiles por aquello de la edad. Sin ganas de comer con tanto aperitivo me largué a prepararme psicológicamente para lo que se venía encima esa tarde-noche.

El 19 Festival Internacional de Cine de Alicante abría sus puertas en el teatro principal. Entré del brazo de la actriz más guapa, más inteligente, más capaz de hacer de mala y de buena, de dulce y de cabreada, de malvada y de monja de clausura y, a la vez, mejor persona que conozco. María Bestard. Adjunto foto sentados ambos en las primeras filas del Teatro Principal y la adjunto en mi perjuicio porque, siempre que me hago una foto con María, salgo con cara de panoli, como de anciano recién sacado del asilo a dar medio paseo.

Me enamoré hasta las trancas – otra vez sufriendo-, pero no me declaré porque las mujeres de mis amigos son sagradas y además su marido estaba también allí, a la izquierda de María y yo a la derecha. Puro interés el mío, porque José Luis Acosta es director de cine y va a llevar a la pantalla mis “De prisiones, putas y pistolas”. En ellas quiero desquitarme de la gilipollez que cometí hace casi treinta años cuando siendo Director de la cárcel de Valencia, esa que llamaban Picatraz, le dije a Berlanga que no podía salir haciendo un cameo en “Todos a la cárcel” – yo le di permiso para rodarla en la cárcel vieja-, porque era muy irreverente y el Director – Agustín González, casado en la ficción con Chus Lampreave- se acababa fugando con un travestí al que facilitaba la fuga hasta Brasil. Berlanga era irreverente y yo un imbécil por no pasar – mínimamente- a la historia del cine español a su lado.

Larrodera presentó bien, aunque un poco excedido. Sabe que es bueno y le gusta escucharse. Vicente Seva es el padre de la criatura y se le veía pletórico

Comienza la gala del Festival con buen ambiente y buen rollo. Veo al alcalde – en su sitio, ya pueden los socialistas cambiar al candidato de Franco y poner a Araceli Poblador o a Josefina Bueno, si no quieren pasar otros diez años, en el secano. Andaba por allí Sanguino. Como mendigando saludos de no sé quién, sí, Sanguino, el que decía que en nuestro encuentro de autores faltaban alicantinos, o algo así. Vi a algún tránsfuga suelto y a algún político con ansias. Nada, ni puto caso. La cosa iba de estrellas. Lentejuelas, chaquetas estrambóticas y estampadas como para ir al mercadillo de Benalúa y escotes de vértigo, que me hicieron tomarme dos pastillas contra el infarto allí mismo, como el de la inmensa María Bestard.

Larrodera presentó bien, aunque un poco excedido. Sabe que es bueno y le gusta escucharse. Vicente Seva es el padre de la criatura y se le veía pletórico. Hubo premios Ciudad de Alicante, Lucentum… y me impresionaron dos especialmente: el concedido a un chico jovencísimo, genio de la música, por su obra con bandas sonoras importantísimas y que no puedo transcribir. No llevé libreta ni bolígrafo a la gala – gran fallo- y no podía escribir porque miraba todo el tiempo a Maria Bestard, etérea e inalcanzable a mi lado. Lucas Vidal grandísimo músico del que nos quedan grandes obras por escuchar. También dieron otro premio a la gran carrera artística de una mujer espléndida, Susi Sánchez. De ella afirmaron que ha perdido muchos papeles importantes por ser muy alta. Yo la vi preciosa.

Hubo trailers de las películas y los cortos que participan en este diecinueve festival internacional de cine. Me quedé enganchado – no podía ser de otra manera- en “La noche”. Actriz principal, María Bestard, inmensos ojos, inmensamente rubia, inmensamente delgada y estilosa. Director, José Luis Acosta, serio, sobrio y metódico.

La noche. Una historia potente. Una familia está arruinada desde el punto de vista afectivo, sentimental y familiar. También económicamente. El padre imagina un plan para salir de la ruina y la vergüenza que implica muy seriamente a la hija y a la madre. Dramón por todo lo alto con una Maria Bestard esplendorosa. La estrenan el jueves a las 20 horas en los cines Kinépolis del Plaza Mar. Ya estoy haciendo cola para no perdérmela. Para mí ya es la ganadora.