Sin recursos y con sobreocupación de presos en la cárcel de Foncalent

La prisión de Foncalent en Alicante se encuentra en una situación precaria, con una ocupación del 132% sobre las posibilidades reales de su nivel de funcionamiento operativo. Con módulos que superan el centenar de internos y sin apenas personal para cubrir los servicios. Desde el sindicato ACAIP-UGT alertan de la “preocupante situación” del centro penitenciario de Alicante cumplimiento.

Aumento de servicios sin dotación de personal

A la prisión, que abrió sus puertas en 1983, se han incorporado dependencias como el Centro de Inserción social Miguel Hernández en 2006 o la Unidad de madres Irene Villa en 2020, a lo que se suma el Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas. Todos estos servicios se realizan con una dotación de personal que no ha sido modificada, por lo que, los datos oficiales de personal no corresponden a la realidad. Un estudio realizado por la dirección del centro cuantificó el déficit en el 40% de personal siendo preciso ampliar la relación de puestos de trabajo en 91 efectivos.

El portavoz del sindicato, Joaquín Leiva, alerta de que “a pesar de las continuas quejas y denuncias que ACAIP-UGT ha interpuesto ante distintas instancias y la administración penitenciaria, y de los informes del centro, esta situación no se ha tenido en cuenta, todo lo contrario, de la última promoción compuesta por 900 funcionarios en prácticas, tan solo 2 han sido asignados al centro penitenciario de Fontcalent”.

Advierten de que la arquitectura del centro dificulta mucho el trabajo y destacan que en estos momentos hay “varios módulos de la prisión que albergan a más de 100 internos, pero la mayoría de las unidades residenciales están compuestas por dos módulos, por lo que se asigna personal para atender la unidad y no el módulo”. De esta manera, Leiva asegura que “tenemos que, con apenas 3 funcionarios se está atendiendo a 2 módulos con cerca de 200 internos”.

Módulos con presos de otro perfil

Con una ocupación que supera el 132%. Esto obliga a que la clasificación interior del centro se realice atendiendo más a criterios de capacidad que a criterios de oportunidad, por lo que, asegura que “nos encontramos con internos en módulos que no se corresponden con su perfil, dificultando las tareas de tratamiento no solo con estos presos, sino con el resto de la población reclusa, y que incrementa la conflictividad.

La carga de trabajo añadida que conlleva la situación del centro aboca al personal a unas situaciones de estrés y de inseguridad laboral que pone en riesgo su salud. La prueba más evidente es el aumento de incapacidades temporales que hay en el centro situándose en torno al 13% del total.

Joaquín Leiva alerta de la “falta personal en el área sanitaria, en los servicios de tratamiento, en las oficinas, en el área de vigilancia… en definitiva hay un gran déficit que repercute en el servicio y se echa en falta una gestión de la dirección acorde a las necesidades de trabajadores e internos”.

Advierten de “una planificación nefasta, sin dar continuidad a los empleados públicos en el servicio, con continuos cambios y sin valorar las aptitudes de los trabajadores”. Desde ACAIP-UGT reclaman que se actualice la relación de puestos de trabajo para adaptarla a la realidad, mientras tanto, exigen que “la dirección del centro debe poner en valor el trabajo desarrollado en Fontcalent y no menospreciar con actitudes y acciones poco entendibles a la plantilla”.