Entran con silla de ruedas a una resonancia ¡y se queda pegada a la máquina!
El servicio de mantenimiento del Hospital de Torrevieja ha tenido que utilizar una grúa de gran potencia para despegar el amasijo de hierro ¡en una zona donde está prohibido entrar metales!
El servicio de mantenimiento del Hospital de Torrevieja ha tenido que utilizar una grúa de gran potencia para despegar la silla de ruedas que se quedó pegada en la máquina de resonancia magnética, un potentísimo imán que atrae el hierro con una fuerza arrolladora y que es utilizada para obtener imágenes de alta calidad y ver las alteraciones del cuerpo sin utilizar rayos X en el diagnóstico de enfermedades y dolencias.
La situación se podría quedar en una anécdota si no fuese porque se trata de un centro hospitalario de gran relevancia donde –se supone- debe haber un estricto protocolo para acceder a este tipo de salas y donde los profesionales -cabe pensar- son conscientes de que a este departamento no se puede entrar con elementos de metal, y mucho menos con una silla de ruedas construida con grandes cantidades de hierro.
Fuentes próximas al centro hospitalario han advertido a ESdiario de que “se trata de una anécdota bastante ilustrativa del al que está llegando la gestión del hospital”, más allá de que se hayan incrementado las listas de espera, de que haya gran cantidad de pacientes que se están derivando a otros departamentos porque no quieren ser atendidos allí o de que hay un problema muy preocupante de escasez de profesionales.
Estas mismas fuentes han alertado de que una de las primeras normas en las zonas de radiología donde se hace resonancias magnéticas y exploraciones por TAC es que “está prohibido acceder con elementos metálicos, porque son zonas imantadas”. Estos espacios constituyen un campo magnético de gran envergadura, que atrae con fuerza cualquier objeto de metal, lo que, afirman, “denota una falta de profesionalidad y un abandono tremendo”.
"De desastre en desastre"
Este nuevo episodio de desorganización y falta de atención denota el caos organizativo en el que está sumido el Hospital de Torrevieja, que fue modélico en la gestión y la calidad del servicio prestado a los pacientes -bajo la gerencia del grupo Ribera Salud durante 16 años- hasta que hace un año la Generalitat revirtió su control y pasó a ser gestionado por la conselleria en octubre de 2021. A partir de ahí todo ha ido de mal en peor.
Desde que la Conselleria de Sanitat se hiciese cargo de la gestión del Hospital de Torrevieja y de todo el departamento de salud 22 la cosa va “de desastre en desastre”, lamentan los trabajadores del centro y los usuarios. Aumento de listas de espera, colapso en las urgencias, fuga de personal especializado por el empeoramiento de las condiciones de trabajo y una peor calidad asistencial al paciente.
Avería del TAC
Este incidente se une a una avería del TAC durante el fin de semana, que ha trastocado el normal funcionamiento del servicio, ya colapsado de por sí debido al déficit de planificación de la gerencia.
Fuentes sanitarias consultadas por este periódico han confirmado que “el domingo el Hospital permaneció sin radiólogo de guardia y el TAC estaba roto”. Aseguran que todos los pacientes que necesitaron una ecografía o un TAC urgente fueron derivados al Hospital Vega Baja “donde había pacientes pendientes del resultado para determinar si les operaban o no”.
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