Los políticos se juegan algo más que nosotros
Feliz fin de semana, aunque realmente lo que me apetece es decirles "Ojalá se nos pase pronto". Lo digo así porque las elecciones ya no son una fiesta democrática, son un drama lleno de tensiones. Es una pena que los políticos hayan conseguido hacer que, para algunos, esto sea más un día de tensión por el que tenemos que pasar, que una fiesta para celebrar que cumplimos con un deber, que es un derecho a la vez, y que es la base de nuestra Democracia.
Al final todos los partidos nos han trasladado una idea: "Nos jugamos mucho". Pero realmente los que se la juegan son ellos, los políticos, porque algún partido habrá que, a partir de estas elecciones, entre en el proceso de "disolución permanente", y no miro a nadie. Es lo que yo llamo "estar en el proceso químico de la sal", las elecciones son para ellos como el agua, cada vez que pasan, se van disolviendo, más y más, hasta que desaparecen. Así que, en algunos cierres de campaña, se palpaba el miedo. Podríamos decir que estaban felices y saltando, pero no, estaban dopados e histéricos, que no es lo mismo.
De este proceso de "precampaña", "campaña" y "requetecampaña" que hemos vivido, me ha sorprendido que la izquierda vaya contra la izquierda, desde un planteamiento de "a esos no les hagáis caso que la que va a triunfar soy yo", que ha mantenido Dña. Yolanda, a otros planteamientos de compra chapucera de votos, sin medir las consecuencias, que han mantenido algunos que solo quieren el cargo y están dispuestos a lo que sea, ausentes del daño que hacen a cientos de compañeros que luchan de forma honrada por ser elegidos. Así es como la izquierda perderá bastantes puntos en estas elecciones, luchando contra ella misma.
Si fuera esto una película, la titularía: "En el último momento, se hizo el harakiri". Porque ha sido así, en el último momento de la batalla, el PSOE se asestó una "puñalada mortal" a sí mismo, que creo que se ha quedado bastante tocado. Siempre estarán los que, a pesar de lo que sea, le votarán, pero lo cierto es que, de momento, se desangra de votos. De nada vale que salga SUPERSANCHEZ a explicar que es que la Derecha, la Extrema Derecha, como le gusta decir, es la que está sacando esta basura, porque lo cierto es que el que ha llenado las bolsas de basura ha sido el PSOE.
Tanto escándalo por la compra de votos, ha ocultado el escándalo de las actitudes racistas que se mantuvieron contra VINICIUS JR. que terminó "reventando" en el partido de Mestalla, contra el Valencia. No voy a decir que los valencianos, ni los valencianistas, son racistas, pero sí que voy a decir que, en general, nos hemos acostumbrado a ver estas actitudes como normales y a no cortarlas. Deberíamos mantener una línea roja, auténtica, real, de la que no se puede pasar. Si tenemos suerte, conseguiremos que no se vuelva a oír, en un campo de futbol, o fuera de él, ningún insulto a persona alguna por la diferencia de color de piel, por su religión, por su sexo, o por cualquier otro motivo que pueda suponer un elemento de discriminación. Para eso hace falta contundencia con aquellos que siembran el odio.
Sobre este asunto también habría que reflexionar, lo que pasa es que no hay que votar nada hoy relacionado con esto.
Reflexionen y piensen qué es lo mejor para su ciudad, para su pueblo y para su Comunidad. Entre los que se presentan tengo familiares, buenos amigos y conocidos, además, de distintos partidos y en distintos emplazamientos, son gente honrada, con gran capacidad de gestión y con ideas creativas. Tengo preparadas algunas entrevistas con ellos para el "Post-partido", una vez que conozcamos el resultado. que si me lo permiten ellos, compartiré con ustedes. Hay muchas personas por las que merece la pena votar y que harán un excelente trabajo, lo que pasa es que siempre se oye más el escándalo de los que lo hicieron mal.
En nuestro Levante sigue lloviendo. Me sigue gustando escribir Levante con mayúsculas, ustedes me lo perdonan ¿verdad?, pero es que me siento "levantino". Esta tierra y este mar nos dan un carácter especial, un saber hacer distinto, una gastronomía que mezcla lo tradicional con la capacidad creativa que nos lanza al Mediterráneo y unos vinos que nos ayudan a sobrellevar... la vida. Les diré que los "epicúreos" y los "estoicos", siempre pensaron (piensan) que para ser feliz hemos de llevar una vida juiciosa, bella, prudente y justa y yo creo que ésta donde puede llevarse bastante bien es en el "Levante" español.
Les decía que en el Levante sigue lloviendo y parece que lloverá también en los próximos días. Estamos todos muy agradecidos. Todos menos los que han perdido su coche, su casa o sus cultivos, que parece que alguno hay, porque se lo haya llevado una "torrentera", que se dice en algunos lugares.
Un día de fuertes lluvias, que provocó grandes "torrentes" de agua, y siendo mi abuela muy mayor, ya había perdido bastante "oído" o, como diría mi amigo y gran otorrinolaringólogo, Félix Díaz Caparrós, tenía hipoacusia, nos visitó una vecina que le comentó que "la riada se había llevado a un camionero y que éste dejaba mujer y dos hijos", a lo que mi abuela respondió que eso también había pasado en su pueblo, "una criada se llevó al marido y dejó a la mujer con dos niños pequeños" y es que los fenómenos naturales son así, lo digo por el agua, porque a la criada yo no la conocí y no sé si era también un fenómeno de la naturaleza.
Ayer, muy temprano, salí a comprar fruta y encontré melocotones de secano, son más pequeños que los de regadío, pero saben a miel. Una señora le preguntó al frutero: "¿Mañana te toca votar, a quién le piensas dar el voto?" y él, hombre sincero, de pocas palabras, trabajador y honrado, la miró, le lanzó una sonrisa de dientes blancos que contrastaban con la piel ya "morena" por los rayos de sol que a diario se reciben en la huerta y dijo a voz en grito: "¡Señoraaaaa melocotones de secanooooo, lo mejor para los humanoooooos!" y se quedó tan tranquilo.
Descansen, disfruten y, como tantas veces les digo, amen, que es la mejor medicina para el alma, para el corazón y para el cerebro.
Feliz fin de semana.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra