La Yolandesa del pueblo
Buenos días, feliz fin de semana, primero de junio y ya nos hemos "cargado", aquella quinta uva de la noche de Año Nuevo, ahora estamos en la sexta. Parece que fue ayer cuando la alegría por el 2023, recién llegado, nos embargaba y pensábamos que nos quedaba un año por delante... pues no, era el momento justo en el que caíamos en una "chorraera" que se dice en Málaga, tobogán en el resto de España, que nos conduciría hacia el resto del año a una velocidad extrema y en ello estamos, sin darnos cuenta.
La noticia de la semana podría haber sido que hay un cambio político notable en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, a Gobiernos del PP; sin embargo, la noticia es que el Presidente ha anunciado elecciones generales para el 23 de julio y, permítanme decirles, eso está a la vuelta de la esquina.
Los partidos se enfrentarán a unos San Fermines impresionantes, habrá quien no supere los primeros metros de carrera. Entretanto FEIJO tiene que aprender a torear con VOX, porque ambos se necesitan y porque España lo necesita y no se hagan "nudos cerebrales", esto es así, porque de los socialistas no se puede uno fiar para pactos, simplemente porque detrás está el "Presidente", el que ha engañado a tantos.
A Sánchez se le llena la boca de tolerancia, diversidad y convivencia, tras una legislatura en la que ha generado la intolerancia con todo aquel que no piense como él, el enfrentamiento dentro de la diversidad y el señalamiento de unos contra otros, eliminando la posibilidad de la convivencia pacífica allá donde ha podido. Sánchez recoge votos en los caladeros de la crispación y, después, acusa a los demás de ser crispadores.
Lo último es el ataque a algunos presentadores de televisión, marcándolos, adjetivos incluidos, para que se conviertan en "indeseables" ante el público y sean objetivo, incluso, de amenazas.
Macarena Olona viene a incordiar en las generales con su partido "Caminando juntos", sin tiempo, sin un proyecto conocido y sin zapatos para hombres. Parece que quiere convertirse en la representación de un feminismo de centro y se ha olvidado de que los hombres también votamos. Su zapato rojo y su zapato azul quieren representar su pluralidad como partido que, igual vale para derechas e izquierdas. No ha visto bien el batacazo que se ha dado ciudadanos. Total que llega con muchas esperanzas, pero a destiempo.
Dña. Yolanda Díaz está cerrando acuerdos con el resto de los restos de la izquierda radical. Consiste este acuerdo en que desaparezcan los líderes y ella sea la única lideresa, la "Yolandesa del pueblo", y se quedará tan tranquila. ¿Ella quiere competir directamente con quién? Con Sánchez, ella no está para competir con Feijó, lo suyo va de hablar de quién manda en la izquierda, no de quién gobernará, de eso ya se ocupará después.
La herramienta del PSOE para estas elecciones generales, el miedo a la "extrema derecha" y nos lo explica ahora, ahora que ya hemos probado la "extrema izquierda". Parece que quiere abandonar la imagen de Franco, como elemento de incitación al miedo, la ha cambiado por Donald Trump y nos relata una toma del Congreso si la derecha no gana, algo así como lo que empezaron a hacer los de PODEMOS, cuando rodearon el Congreso. Me da que le va a salir el tiro por la culata, si no hace cosas más inteligentes.
Ella es socialista de toda la vida, incluso de cuando vivía Franco. Ella me cuenta que: "Fíjate si era socialista, que veía a un picoleto y me acojonaba". Eso ya era un grado para ella.
El PSOE, como partido, ha desaparecido y está, lo mires desde el ángulo que lo mires, detrás de la figura de Sánchez. Ya no hay socialismo del PSOE, ahora hay "Sanchismo" y vuelven a salir voces de "Barones" que denuncian que así no se puede seguir. Si hay "batacazo" en la generales, algo tendrán que hacer.
Ayer oí a un buen amigo decir que estas Generales, son un oportunidad que nos da Sánchez, para corregir nuestro error y votar bien. La verdad es que me gustó el razonamiento.
Dentro de un rato me encontraré con Dña. María, en el mercado de mi barrio, allí intentaré contarle cosas y puntos de vista, para entrar en debate, que es lo que nos gusta. Ella es socialista de toda la vida, incluso de cuando vivía Franco. Ella me cuenta que: "Fíjate si era socialista, que veía a un picoleto y me acojonaba". Eso ya era un grado para ella.
Dña. María es alicantina, está mayor, tiene algo de sobrepeso y adora a sus hijos, mayores ya, alguno de más de cincuenta años y no les digo a ustedes los que siente por los nietos. Sus mañanas de los sábados en el mercado, entre tomates y lechugas, entre pepinos y judías y rodeada de frutas, son un escape para poder hablar con todos los que la saludamos. Nunca nos habla de la salud, porque ella dice que los que hablan de la salud cuando se encuentran, ya están para vivir en una residencia.
Dña. María se enamoró de un republicano, como ella, y lo mismo que pasa en las matemáticas, que la multiplicación de números negativos da uno positivo, le ha pasado a su matrimonio, parieron dos hijos de derechas. Y ahí están, conviviendo porque se quieren, aunque vean la misma realidad, con otro color.
Hoy Dña. María me ha contado que va a hacer un arroz meloso con patitas de cerdo, según me lo describió yo ya pensaba que era un manjar y, enseguida, pensé en el maridaje con algún vino de la zona, de uva monastrell, envejecido en barrica. Me despido de ella con todo el cariño y me dirijo a comprar esos ingredientes que me ha relatado para el plato, porque yo, hoy, me copio el menú de Dña. María.
Descansen, disfruten y amen, sobre todo amen, si es posible sin medida, no le pongan límites a lo que les puede dar felicidad minuto a minuto.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra