Si tu me dices ven, lo dejo todo
Quiero yo pensar que es un disparate imaginar que Sánchez fuera hoy capaz de pensarlo siquiera...
¡La primera ola de calor de principios de julio anuncia un verano muy caluroso. A esto añada las elecciones generales del 23J, la resaca electoral después de estas, la composición del Congreso y del Senado … Va a estar caliente la cosa, y no sólo por el clima.
Hay mucha gente cabreada porque tiene que interrumpir sus vacaciones para ir a votar el 23J. Porque quieren hacerlo, porque nunca han dejado de ejercer ese derecho y no quieren evitarlo ahora porque estén en la playa, en el pueblo o buscando el fresco de la montaña.
Pues sí, si tú me dices ven, lo dejo todo, podría ser la llamada de los líderes políticos. Porque hay que ir a votar, es un derecho y una responsabilidad. La abstención no ayuda, no sirve como muestra de un disgusto, aunque haya muchos temas encima de la mesa que se enquistan y el actual gobierno no ha resuelto, como la carestía de la cesta de la compra que nos afecta a todos, pero aun así el hastío, el cabreo, no ha de impedir ir a votar. Vote en conciencia, pero vote. Si tu me dices ven lo cantaban Los Panchos en el repertorio de sus canciones, ese grupo musical mexicano que se convirtió en uno de los representantes del bolero y la balada romántica en Hispanoamérica.
¿A quien se le ha ocurrido poner las elecciones generales a finales de julio?, en pleno periodo vacacional de verano, me decía un amigo hace unos días. Me daba la respuesta el mismo, sin derecho a réplica. A Pedro Sánchez, una mente retorcida, decía él, que quizá quiera una amplia abstención que le favorezca. Esto es hoy difícil de evaluar, pronto sabremos el resultado y a quien ha favorecido más, en el caso de haberla, si a la izquierda o a la derecha.
Para remediar ese disgusto, está el voto por correo. En estas elecciones se estima que lo usarán más tres millones de votantes, que se dice pronto. Pero hay mucha gente que no se fía. ¿Por qué? Porque se cambien las sacas de correos por otras con votos favorables. Y digo yo que eso no puede ser en pleno siglo XXI, ¿verdad que no? No es lo mismo lo que cuentan de Pedro Sánchez, que quiso hacer en su partido hace unos años, según manifiesta Rosa Díez en Caudillo Sánchez, escondiendo una urna con sus votos para sustituirla por otra, en beneficio propio. Quiero yo pensar que es un disparate imaginar que Sánchez fuera hoy capaz de pensarlo siquiera, él que se nombra defensor de la democracia …..
Hace unos días leía la descripción que Rosa Díez hace de Sánchez en su libro anteriormente mencionado, ella que fue militante del PSOE y lo conoce bien. Llama la atención. Mire, dice de él que “es un personaje maquiavélico”, concepto que saca de “El príncipe”, escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513 “en el que expone la manera de obtener y mantener el poder a través de la manipulación de los contextos sociales, teniendo como elemento central el propio interés”. Añade que “un individuo maquiavélico se caracteriza por la sed de poder, la frialdad, el egoísmo, la manipulación, la amoralidad, el enmascaramiento de sus pulsiones, la propensión al engaño y el bajo compromiso ideológico”. Así define Rosa Díez a Pedro Sánchez.
¿A quien tenemos en frente, quien es Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP? El periodista José Barros manifiesta que las señas de identidad de Feijoo son “la inteligencia, el temple, una gran gestión y capacidad de crear grandes consensos, que le han dado cuatro mayorías absolutas en Galicia” por lo que se le augura un gran futuro en la política nacional desde la capital de España.
A Feijoo se le ve más educado, de esto no cabe duda, y más respetuoso con la opinión contraria. Las comparaciones son odiosas, pero en el programa del Hormiguero se vieron dos líderes políticos totalmente diferentes, entrevistados por Pablo Motos. Un Sánchez avasallador, y un Feijoo dialogante. Se ha repetido esta imagen en el reciente debate electoral en Atresmedia, único cara a cara entre ambos líderes políticos en la actual campaña electoral.
Me preocupó la mala imagen que dio Sánchez porque no sólo ejercía como líder del PSOE, sino también como presidente del gobierno. Parecía acorralado, a la defensiva, escaso de datos oficiales y falto de programa. Sánchez tuvo exceso de arrogancia y total falta de respeto de la opinión de Feijoo a quien interrumpía constantemente, mostrando Sánchez debilidad de argumento y de ideas frente a un líder del PP seguro de sí mismo, tomando la iniciativa y proponiendo cosas que propicien un cambio de gobierno en España.
Una oportunidad perdida de asegurar un gobierno estable sin socios no deseados
Fue curiosa la oferta de Feijóo proponiendo que se respete al partido político más votado en las próximas elecciones generales para favorecer su investidura en el Congreso de los Diputados, y la formación de un nuevo gobierno en España, absteniéndose el otro partido en segundo lugar en captación de votos. Esto tiene la finalidad de evitar que se asocie uno u otro con los partidos extremistas de Sumar, ERC, Bildu o Vox, y no tener hipotecas indeseadas en su ejercicio gubernamental. Feijoo firmó el acuerdo en directo delante de seis millones de españoles e invitó a que Pedro Sánchez hiciera lo mismo, pero no lo consiguió. Una oportunidad perdida de asegurar un gobierno estable sin socios no deseados, lo fuera del PP o del PSOE, si quien gane estas elecciones generales no tiene una mayoría suficiente para conseguirlo por sí mismo.
Ahora toca votar, elegir a un partido político y su líder para gobernar España. Viendo a los dos en ese cara a cara mencionado, no es de extrañar lo que vaticinan las encuestas, un cambio de ciclo a favor del Partido Popular, con otro líder y otras maneras de hacer las cosas. Pronto sabremos en qué queda todo esto, el pueblo español decidirá con su voto el próximo 23J y sabremos el escrutinio definitivo.