Desde La Alcúdia hasta Madrid, pasando por París: 126 años de la Dama de Elche
Tal día como hoy en 1897 se hallaba la Dama de Elche en el yacimiento arqueológico de La Alcúdia
Desde hace más de un siglo, la enigmática sonrisa de la Dama de Elche cautiva a generaciones, dejando perplejos a expertos y aficionados por igual. Esta misteriosa escultura de piedra, que data del siglo V a.C., es una obra maestra de la escultura íbera, hallada en Elche sigue siendo objeto de estudio e interpretación por parte de historiadores, arqueólogos y amantes de la historia de todo el mundo.
Un descubrimiento singular por 'Manolico'
Fue en el verano de 1897 cuando -tal día como hoy, 4 de agosto- Manuel Campello, trabajador agrícola, encontró por casualidad la Dama de Elche en el yacimiento arqueológico de La Alcúdia. Esta imponente figura femenina, tallada en piedra caliza y es un destacado ejemplo de la cultura íbera que floreció en la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos.
La Dama de Elche, que mide unos 56 centímetros de altura y está tallada en piedra caliza, representa a una mujer noble con un tocado y una vestimenta sofisticada. Su rostro enigmático, una mezcla de elegancia y serenidad, ha sido objeto de debate a lo largo de los años.
Expolio, vuelta a España y debate por su lugar de estancia
A lo largo de su historia, la Dama de Elche también ha sido objeto de controversia debido a su pasado tumultuoso. Tras su descubrimiento y la venta por parte de Campello a un francés, la estatua fue trasladada a la París , donde permaneció durante casi 40 años en el Museo del Louvre. Finalmente, en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a un acuerdo entre el gobierno de Franco y la Francia de Vichy regresó a España y fue expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.
El debate sobre si debería ser devuelta definitivamente a Elche, el lugar donde fue descubierta, ha sido motivo de discusión y reivindicación por parte de algunos sectores. Debate que a día de hoy, aún colea en la actualidad.
Más allá de su incierto origen, la Dama de Elche sin lugar a dudas ha dejado una huella imborrable en la historia de la arqueología y el arte. Su imagen ha sido reproducida y exhibida en museos de todo el mundo, lo que la convierte en un ícono de la cultura íbera y un testimonio del esplendor artístico de la antigüedad.