Un alicantino entre los mejores conocedores mundiales de whisky
Nicolás Fernández, chef de 'La Cocina de la Nico' en Alicante, ha sido laureado en catas por los mismísimos maestros whiskeros escoceses.
La destilación y fermentación (diferentes maltas) de cebadas, trigos, centenos, maíz…, a la par que frutas silvestres y miel es tan antigua como el sedentarismo en la raza humana cuando decidieron que, aparte de comer sólido, no sólo de agua y leche debía sobrevivir el hombre. Las dos primeras bebidas alcohólicas fueron indudablemente la cerveza, y casi de inmediato el vino, pero después buscaron algo más definitivo y rápido con que entonar efluvios gracias a la subida de graduación en la ingesta líquida.
Desde aquella lejana Mesopotamia y Egipto y a poco que echemos mano de la historia enológica de fermentación y obtención alcoholes, no hemos parado de crear bebidas espirituosas en toda variedad de licores, aguardientes, léase también orujos, ginebra, coñac-brandy, anises, vodka, ron, tequila, sake, güisqui… y demás espirituosos elaborados con diferentes adminículos, para conseguir.
Precisamente el whisky fue el último en llegar a los expendedores entre todos los destilados al Occidente conocido y de una forma mayormente expansiva a las colonias norteamericanas acabándose de imponer al resto. Los irlandeses se atribuyen su patria potestad, pero los escoceses se la discuten por aquello de cuál fue el primer alambique monacal; en cualquier caso y a partir del siglo XIX el Imperio Británico ya exporta whisky a los cuatro continentes, aunque gradualmente cada nueva nación va elaborando el suyo propio; por ejemplo, en la América del Norte tenemos tres prototipos: el canadiense ligero y con predominio del maíz, el mayoritario bourbon y dentro de esta tipología, el elegante Tennessee, que en las propias etiquetas reclama la diferencia.
Los ingleses, con su habitual sentido comercial se publicitaron por todo el mundo como inventores de aquella “agua de vida”, especificando patentes como Single Malt Scotch, hecho por una única destilería (de ahí el prestigio de marca) y elaborado exclusivamente con maltade cebada. El más consumido Blended Scotch: Mezcla de varios whiskies de malta y otros granos cereales. Y por último, aunque hay otras denominaciones menores, el más estimado por los entendidos el de la isla que le da nombre: Islay Scotch, con sabores marinos y el ahumado de la hulla. Japón, que después de la Segunda Guerra Mundial fue el centro de “imitar para mejorar”, copió también los whiskies escoceses y hoy en día incluso superan a muchos de ellos en calidad y precio. Incluso España sacó sus propias marcas DYC y MG, que recordemos, que sin llegar a las odiosas comparaciones, esencialmente la primera segoviana, no están nada mal.
Nuestro diario acudió a uno de los grandes expertos españoles en whisky, Nicolás Fernández, laureado en catas por los mismísimos maestros whiskeros escoceses, para saber algo más de esta bebida que se ha impuesto en todo el mundo relegando a las espirituosas históricas nacionales de muchos países. Pinchen y vean en el video lo mucho que todavía tenemos que aprender de un alicorado tema del que tanto se habla y poco se sabe.