Tom Cruise y Rusia
Feliz fin de semana, feliz tercer domingo de Adviento con temperaturas "suaves", aunque yo sigo diciendo que hace frío.
Andar por la mañana, para tonificar un poco el cuerpo, nos lleva a ese primer contacto con la calle. Estos días nos movemos con temperaturas de una sola cifra y se nota. Quizá se nota más en estas tierras en las que la humedad nos llega hasta los huesos.
Hoy converso con Abilio Bejarate. Un emigrado a estas tierras alicantinas, desde su Bilbao natal. Aquí encontró la calma, el calor y la playa que tanto le gusta. Abilio es hombre de "costumbres". Siempre se toma el café en el mismo sitio, a la misma hora, en la misma mesa, con la misma proporción de azúcar. Las personas de costumbres son "litúrgicas". Cuidan sus formas, sus tiempos, en algunos casos, hasta el extremo. Abilio es una de esas, de "hasta el extremo".
Conocí a Abilio tentando a la suerte. Sí, uno de esos días que entré a "echar" la Primitiva. Porque yo soy así, soy de esos que no juega "regularmente", juego "fatal", porque no siempre juego y porque nunca recuerdo comprobar si me ha tocado. Total que coincidí con él en algunas ocasiones, en todas era jueves y, en todas, llegaba a las siete y media de la tarde. Observé su "procedimiento", meticuloso, de cumplimentar los boletos, el lugar en el que se apoyaba siempre, etc., todo me llamó la atención.
Tanto fue así que un día inicié una conversación con él, aprovechando que le cedí el turno para hiciera sus apuestas. Me interesé por su "suerte" en estos juegos, él me confesó que era baja, pero que, una vez, estuvo cerca de un premio gordo y que recordaba que se había puesto a cumplimentar el boleto en aquella esquina en la que se pone siempre, por lo que intuía que tenía "el premio" acorralado, un día le tocará.
Evidentemente contaba esto sin atribuirle ninguna seriedad, sino riendo, aunque en el fondo, él sabe que cada vez que rellena el boleto en la esquina, lo hace porque piensa que le va a tocar. Así salimos charlando y nuestro "conocimiento" llega hasta nuestros días, en los que hago por coincidir con él, de vez en cuando, que es "zorro viejo" y tiene una visión particular de las cosas.
Hoy me ha hecho una reflexión curiosa sobre la falta de patriotismo de Tom Cruise. Según Abilio, el actor no ha cumplido con las "sanciones" que EEUU ha aprobado contra Rusia, al empezar una relación con una mujer rusa, conocida por su gran fortuna. Lo dice entre risas porque sabe que las cosas del amor no respetan ideologías. Lo sabe bien porque viene de una tierra en la que, en su juventud, se podía hablar poco de gobiernos, de etarras, de política o de cosas similares.
Abilio se siente libre en estas tierras y habla con claridad sobre Bildu, sobre ETA, sobre la vida de los vascos. Abilio, ya desde la distancia, considera que el pueblo vasco estuvo enmudecido por la violencia de los aberzales, pero que hoy tampoco está tan libre como pudiera parecer, porque los que ayer eran asesinos, hoy son mafiosos que lo van ocupando todo y ganando favores, a cambio de favores. Lo dice con serenidad. Lo conoce bien, porque algunos de su familiares cercanos, que viven allí, mantienen estrecha relación con él.
Abilio me explica que si el Presidente Sánchez está acordando cosas con Bildu, es porque ha entrado en esa "mafia" y, de ahí, ya no se sale.
Abilio no usa chapela, pero sí suele ponerse una "gorra" de paño, cuando hace frío y sombrero para evitar el sol, en verano. Me cuenta que eso ayuda a que no se le escapen las ideas y yo sé que algo me ha querido decir. Lo tendré que pensar varias veces, porque Abilio es profundo.
Yo no soy hombre de liturgias, o quizá sí y no soy consciente, por eso me llama tanto la atención este hombre.
Nos despedimos y yo camino con paso firme y con cierta prisa y pienso en lo que hemos hablado, Abilio y yo, y en lo que he visto esta semana en la televisión. Pienso en los Jueces, amenazados por los partidos independentistas por haber aplicado la Ley, en nuestro Presidente defendiendo lo indefendible en Europa, en la Ley de Amnistía que ya empieza a dar "botes" por Congreso de Diputados y que será aprobada para vergüenza y escarnio de los españoles.
Pienso en empresas que no ven claro que las cosas vayan a ir a mejor, como el caso de Amazon en Zaragoza, que después de tener preparadas una instalaciones logísticas impresionantes, ha decidido no abrir. Imágenes poco atractivas para el futuro común y menos para los posibles inversores que tuvieran proyectos en España para el futuro.
Sin embargo, vuelvo al ámbito más cercano, al personal e intento pensar en positivo. Esta semana cumplí mis treinta y siete años de matrimonio y me emociona pensar que estoy rodeado de una familia maravillosa y que eso me da fuerzas para continuar, cada día, con mi vida y mi trabajo, con mucha ilusión. Cada mes intervenimos en procesos de captación de talento que ponen profesionales en nuevos puestos de trabajo y eso... eso no tiene precio, eso da una gran satisfacción y nos hace, me hace, sentirme útil en esta sociedad.
Cada uno de nosotros, en su trabajo, en su quehacer diario, lleva a cabo tareas trascendentes, es decir, que van más allá de uno mismo, que influyen positivamente en la vida de otros. No dejen ustedes de reflexionar sobre ello y verán cómo empiezan más motivados cada día.
El fin de semana nos espera con alguna carne con verduras, hecha del modo más simple. Es lo que tiene unir en una olla, ajos, cebollas, carlota, guisantes, alguna patata y ternera, regados con un vino, a ser posible tinto y mantenido con paciencia y amor, "a la lumbre".
Se acerca la Navidad, enciendan la tercera vela de la corona de Adviento, canten villancicos y rodéense de lo mejor de la villa que, sin duda, será su familia y amigos. Procuren expresar siempre el amor que se tienen, no se lo guarden.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra.