Todos mirando al Santiño
Feliz fin de semana. Ya estamos en la segunda quincena de febrero, esta semana pasada celebramos el carnaval y esta semana hemos tenido el miércoles de ceniza, el tiempo vuela, en nada nos vemos en Semana Santa, todos crucificados.
Leyendo algunas noticias nos damos cuenta de que España sigue de carnaval, porque nos hacen entregas de datos disfrazados siempre. Yo, que suelo revisar datos de empleo, de contratación y tendencias del mercado laboral, observo cómo se "manosean" los datos para que digan lo que interesa en el momento, y no me refiero solamente a datos de contratación, de los que, para que tengan solo un ejemplo, hoy no nos ofrecen el número de personas que se encuentra en el periodo de "no trabajo", de los contratos "fijos discontinuos", esos que antes se contabilizaban como sin trabajo, porque eran trabajos temporales, hoy suman el número de personas trabajando, cuando es mentira.
Me encuentro con estadísticas que tienen que ver con contratación y remuneración en puestos de la maquinaria del Estado, en los que, como se pueden imaginar, no debe existir discriminación por razón de género, porque no hay un interés alguno por ello, sino todo lo contrario, pero ahora conviene leer los datos en formato discriminación, cuando realmente, el origen está en la fuente de la contratación y razones de la composición de la bolsa de empleo. Pero a usted y a mi, nos lo cuentan con un mensaje en el que uno termina oyendo que hasta el Estado discrimina a la mujeres. Para mí, es vergonzoso este "carnaval" de información.
Este fin de semana viviremos las elecciones gallegas, que estarán en formato de interpretación nacional. Verán, yo les voy a contar lo que pasará. El PP gallego será el partido más votado, la izquierda recuperará espacio, porque el BNG crece con sus mensajes nacionalistas, salvadores del feminismo y del medio ambiente, y el PSOE quiere sumar con ellos, así que aunque el PSOE baje, saldrá a decir que "hemos conseguido quitarle espacio al PP". No les digo si el PP no llega a sumar la mayoría absoluta, entonces habrá hasta fuegos artificiales y lo interpretarán como "la recuperación de España ha comenzado, para la izquierda". La falsedad de otra interpretación de datos, los de las elecciones, otro carnaval de disfraces.
Para darle un poquito de más incertidumbre al resultado de estas elecciones, nuestro querido Feijóo, nos regaló unas declaraciones, muy poco afortunadas, sobre la amnistía y los indultos, que han reducido un poquito las posibilidades de éxito absoluto del PP. Galicia es rural y pesquera y no se les puede engañar, no podemos dar mensajes ambiguos, notan enseguida que alguien les quiere tomar el pelo, no admiten dobles caras. Ellos se enfrentan todos los días a la realidad del sector primario, que no tiene dos caras. Si es el mar, no te engaña, cuando hace mala mar, viene a por ti, y si es la tierra, tampoco, no hay términos intermedios en la cosecha, o la hay o no la hay porque se ha perdido.
Galicia es un regalo para el que la visita, gobierne quien gobierne. Yo no pienso dejar de ir a Santiago, pasear por sus soportales, disfrutar de su gastronomía, asomarme a sus rías y respirar sus aires de libertad, mientras la vida me lo permita. Galicia es uno de esos lugares en los que he dejado, en reposo, mis recuerdos de felicidad. No podría contar las veces que he entrado y salido de la Catedral de Santiago de Compostela, a pedir al "Santiño" que cuide de todos.
Pase lo que pase, por lo menos, hay Gobierno y oposición en Galicia, no como en Rusia, donde nos acaban de comunicar la muerte de Navalny, el opositor a Putin. Allí los disidentes desaparecen, mueren, fruto de un conjunto de casualidades.
Ha sido noticia también la "revolución de los agricultores". Ha llegado el momento de levantar la voz. No es justa la situación que se está dando en estos trabajadores del campo, a los que, en muchos casos, la legislación les provoca tal cantidad de gastos en la producción que termina provocando la venta por debajo de sus costes, para poner sus productos en una "cadena de pasos logísticos", hasta llegar al "Supermercado", sumando costes de control sanitario y de certificaciones, que termina multiplicando por varias veces lo que pagaron en origen, mientras que lo que viene de fuera no ha tenido que pasar por los controles sanitarios y las certificaciones que aquí sí hay.
Y todo esto, provocado por la U.E., que quiere dar espacio a frutas y verduras de Marruecos, Turquía y otros terceros países. Compruébenlo ustedes mismos revisando bien la etiqueta de lo que hay en las grandes superficies. Vergonzoso y preocupante, porque nos quedaremos sin agricultura en España. Sin duda aquí hay "intereses creados", algún día descubriremos quién está pagando en Bruselas para que esto suceda.
Me ha encantado ver esos mensajes de los agricultores, en los que hablaban de que luchan por todos nosotros, no por sus derechos, sino por nuestros alimentos y tienen mucha razón.
No les hablo de Marlaska, no merece. No sé cómo sigue en su puesto, es un ejemplo más de la "impermeabilidad" con que se ha revestido para que nada le afecte.
Este fin de semana quiero seguir celebrando el día de los enamorados porque, a pesar de lo que les he contado, tenemos miles de motivos para levantar una copa de vino y disfrutar de un buen arroz alicantino. Descansen y disfruten de lo cercano, de aquello que pueden controlar y hacer, manténganse cerca de los suyos, que ahí está el secreto de la felicidad.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra