Sánchez y Morant “desprecian” a Alicante
Ese soplo nuevo que parecía traer Diana Morant, ha quedado retratado a la primera de cambio. Su ausencia en la romería de la Santa Faz es un fallo de calado.
Que a Pedro Sánchez le importa un comino la provincia de Alicante ya se sabía desde hace años (analizar los presupuestos generales, por ejemplo), lo que se desconocía es que la nueva y flamante secretaria general del PSPV, Diana Morant, volviera a cometer un error de bulto en su nueva etapa no asistiendo a la romería de la Santa Faz. Ya conocemos de sobra que el PSPV nunca valoró estas tierras (Ximo Puig perdió las elecciones, entre otras causas, por su fracaso en Alicante). Ahora, se vuelven a consumar viejos “fallos” poniendo la alfombra roja a Carlos Mazón.
Por desgracia, ese soplo nuevo que parecía traer Diana Morant, ha quedado retratado a la primera de cambio. Su ausencia en la romería de la Santa Faz es un fallo de calado. Morant debería tener escrito a fuego en su agenda la efemérides. Parece que la ministra desconoce, seguro que el error parte de sus asesores, que la romería de la Santa Faz trasciende lo religioso, ya que constituye un sentimiento identitario de todos y todas las alicantinas, sean o no religiosos. Quizá la religión sea solo una excusa. Claro que al ser ministra -un hándicap cuando tienes que cargar con la secretaría general de un histórico partido- antes están los Reyes que Alicante. Los borbones, con todo el respeto, son muy importantes para España, aunque Sánchez a veces los desprecia.
Nunca los socialistas valencianos han tenido en consideración a esta provincia, como lo demuestra el hecho de que no han luchado por conseguir el cariño de los diferentes gobiernos de Moncloa. Aunque más que cariño, se ha necesitado financiación, pero la sociedad civil alicantina, con su poderoso conglomerado empresarial al frente, ha sido incapaz de plantarle cara a los diferentes gobiernos, tanto del PP como del PSOE, tanto en Madrid como en Valencia. Parece que solo ven en Alicante el sol playa de toda la vida.
Y los señalados el jueves fueron varias personalidades, no solo la secretaria general del PSPV-PSOE, que al parecer tampoco estará en la elección de la Bellea del Foc, aún tiene tiempo de parar este golpe.
Otro señalado fue el “triunfante” exsenador más longevo y conocido en España que es el adalid del socialismo de Alicante, Ángel Franco. El veterano político pudo comprobar que volvió a ser ninguneado por Valencia y por Ferraz, cuando creía, ufano y soberbio como él solo, que con su sola influencia el mundo iba a cambiar: el PSOE soy yo. Franco debe ser el único que no se ha enterado de que le han vuelto a tender una trampa y que Ana Barceló, su enemiga declarada, lo tiene todo atado y bien atado con Diana Morant (la exconsellera es incapaz de hacer nada sin el visto bueno de sus superiores). Ah, el exsenador es ahora el 26 en la ejecutiva de País, como 56 socialistas más que integran esta larga lista cuya influencia es limitada, ya que todos son presa de la marea cesarista que achicharra al partido como han podido comprobar al prohibir Sánchez las primarias en la Comunitat. En su debe arrastra cinco años de equivocaciones, quemando a válidos y eligiendo a mediocres.
Mientras, Barceló con los suyos en Benimagrell (Sant Joan d´Alacant), ejerciendo un liderazgo cada vez más aplaudido por Ferraz. ¿Dónde estaban el síndic del PSPV, José Muñoz; la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; el ilicitano Juan Antonio Nieves, subdelegado del Gobierno?... pues con el poder establecido, y Franco, con el mantel puesto esperando la notoriedad y aquejado por el bobismo que envuelve la política actual.
Solo Alejandro Soler, un líder maniatado por Pedro Sánchez y que con casi total seguridad hubiera sido el secretario general del PSPV, estuvo en el almuerzo con el exsenador. No fue por gusto, se la tiene jurada, sino más bien para medir las fuerzas de cara a hacerse con el control total del partido en la capital si Barceló no sigue creciendo. La verdad es que el también diputado nacional tendría el total control del PSPV o el propio Carlos Fernández Bielsa, porque eran las opciones lógicas del partido. Pero no, eligieron a Morant que sigue la hoja de ruta del peor secretario general del PSPV, Ximo Puig.