El sector turístico en la Comunitat, un modelo hacia la sostenibilidad hídrica
Esta responsabilidad surge tanto a nivel de las administraciones, como de las empresas del sector, lo cual impulsa a los hoteles a asumir un papel proactivo en su gestión sostenible.
La certeza del calentamiento global hace que el cambio climático se configure como una de las principales amenazas para el sector turístico. Nadie duda de la importancia para la economía de nuestro país que tiene el turismo ni de, a su vez, la vulnerabilidad a los impactos del cambio climático, como el de la sequía.
En la Comunitat Valenciana existe una conciencia clara de que clima y turismo están íntimamente relacionados y de que eso configura que la región sea uno de los destinos de nuestra geografía más atractivos. Por ello, hay que remontarse hasta hace casi cuatro décadas para saber de esa lucha contra la sequía en el sector turístico. Esta responsabilidad de los recursos hídricos surge tanto a nivel de las administraciones implicadas como de las empresas del sector, lo cual impulsa a los hoteles a asumir un papel proactivo en su gestión sostenible, por responsabilidad medioambiental y para asegurar la continuidad de la actividad turística.
La Comunitat Valenciana, pero especialmente la provincia de Alicante tiene un régimen de lluvias muy variable y en determinados momentos ha producido un tensionamiento de la capacidad hídrica. En 1978 la sequía provocó una importante crisis de abastecimiento de agua en la Costa Blanca. Ciudades y pueblos con gran población flotante tuvieron problemas en el suministro. En el caso de Benidorm se recurrió a barcos cisterna para asegurar el consumo de agua. Esto provocó un cambio en la gestión de los recursos hídricos y despertó una conciencia sobre la necesidad de reutilizar y no derrochar este recurso imprescindible. Y fruto de ese trabajo conjunto entre administraciones y sector turístico se ha desarrollado un cambio hacia un modelo sostenible en la gestión del agua. Ese avance ha llevado a ciudades como Valencia y Benidorm a tener desde hace años planes de sostenibilidad hídrica con la vista puesta en el turismo.
En 2021, la ciudad de Valencia se marcó un hito en su compromiso con el desarrollo de un turismo sostenible, convirtiéndose en la primera ciudad del mundo en calcular la huella hídrica del turismo, mostrando el impacto de las acciones humanas en los recursos hídricos, mediante el cálculo del consumo y contaminación del agua dulce que se deriva de los diferentes componentes de la actividad turística, directa o indirectamente, desde el transporte y el alojamiento a la consumición en restaurantes y locales de ocio.
Ciudad de las Artes y las Ciencias
Según el estudio, certificado por AENOR, el volumen total de consumo de agua derivado de la actividad turística en Valencia en 2019 fue de 74,23 hectómetros cúbicos, lo que supone una huella hídrica de 0,315 metros cúbicos por turista y día. Y arrojó otro buen dato, que los servicios públicos de agua representan tan solo un 0,53% de la huella hídrica, cifra que demuestra la gran eficiencia hídrica de la ciudad, la mayor de Europa, con un 87% de eficiencia real.
En Benidorm, la magnitud de este compromiso se refleja en datos comparativos relevantes. El 78,8% de los hoteles en la localidad registra y mide regularmente su uso del agua, y prácticamente el 94% controla activamente este recurso. Entre 2019 y 2023, el consumo de agua en los hoteles de Benidorm por pernoctación experimentó una notable disminución del 7,75%, esto supone una reducción de 18,76 litros por cliente y día. De 242 litros de consumo diario se pasó a 223 litros. Son números que revelan la determinación del sector hotelero y de los gerentes de la ciudad a la hora de enfrentarse a la crisis del agua con acciones tangibles. Lo cual ha llevado a Benidorm a ser la tercera ciudad del mundo más eficiente en el uso hídrico y la primera de Europa.
Campo de Golf La Sella (Alicante)
Se ha apostado intensamente por cuatro bloques de medidas:
La medición de los consumos de agua en hoteles, fundamental en la búsqueda de la eficiencia hídrica al conocer de manera detallada y precisa cómo se utiliza el agua en distintas áreas del establecimiento. Inversión en infraestructuras eficientes (cabezales de ducha eficientes, reductores de caudal, grifos pulverizadores, grifos electrónicos, inodoros sin agua o de bajo flujo, etc.). La educación y sensibilización a huéspedes y empleados (programas de reutilización de toallas y sábanas, informar de cómo contribuir a conservar el agua y formar a los profesionales de turismo para que desarrollen sus tareas de una manera más respetuosa con el medioambiente). El trabajo de mantenimiento preventivo y de control de las instalaciones para el correcto funcionamiento.
En la Comunitat Valenciana la sostenibilidad ambiental y social en el sector turístico es ya una realidad. Y con ella se busca proporcionar una experiencia turística sostenible y responsable. De hecho, se anima a los visitantes a formar parte activa de esta iniciativa, ya que los turistas se convierten en piezas fundamentales para contribuir a que esta región sea reconocida como uno de los destinos más sostenibles en los que disfrutar de las vacaciones. www.comunitatvalenciana.com.