ESdiario

Óscar Puente corrido por el Corredor Mediterráneo

(Foto de ARCHIVO)
(I-D) El secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes, Benito Núñez; el presidente de la Asociación y de la naviera Boluda Lines, Vicente Boluda Fos; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente y el director general de la Marina Mercante, Gustavo Santana, posan   durante la Asamblea General 2024 de la Asociación de Navieros Españoles (Anave), en el Hotel Wellington, a 20 de junio de 2024, en Madrid (España). ANAVE celebra su Asamblea General 2024 donde han tenido lugar los discursos de las autoridades, un almuerzo patrocinado por Carus, DNV y Vulkan, y la entrega del premio CARUS Excellence Award 2024, otorgado este año a Benito Núñez, secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes.

Matias Chiofalo / Europa Press
20 JUNIO 2024;PUENTE;ASAMBLEA GENERAL;NAVIEROS;ESPAÑOLES
20/6/2024

El secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes, Benito Núñez; el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda Fos; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente y el director general de la Marina Mercante, Gustavo Santana. Europa Press

Creado:

Actualizado:

Era la época dorada del socialismo allá por las décadas octava y novena del pasado siglo. En las Españas mandaba Felipe González, bendecido por la socialdemocracia europea, Alfonso Guerra hacia el papel de Fräulein Rottenmeier, y aquí en la Comunidad Valenciana Joan Lerma, alma bondadosa y caricatura de Jaume el Conqueridor, intentaba vender federalismo, aunque con otro nombre impostado del primer Estatut (1981).

Fue allá por 1987 cuando en las complejas y no siempre coincidentes reuniones de políticos-sindicatos-empresarios, se plantea la pésima comunicación entre 2 provincias limítrofes y de la misma entonces región, esencialmente por el litoral donde se encuentra no sólo la floreciente industria turística, sino el mayor volumen poblacional y gran parte del tejido industrial de todo el territorio con sus 3 capitales abocadas al mar y Elche que pierde en el franquismo su categoría de Portus Ilicitanus, u Orihuela que cede al expansiva Torrevieja gran parte de su histórico e influyente protagonismo sobre la Vega Baja.

Resultaba escandaloso y tercermundista llegar antes por ferrocarril (ya en la década de los 70) desde Valencia o Alicante a Madrid, que, desde la primera a Gandía, o desde la segunda a Dénia, por lo que se instó al Gobierno central a ejecutar el proyecto de un Corredor Mediterráneo, al que luego se adhirieron Murcia y más tarde Andalucía Oriental, mientras Castellón, con su gran flota de tonelaje propuso la prolongación hasta la frontera francesa, cosa que casi a regañadientes acabaron apoyando los catalanes, ya por entonces creyéndose país aparte, pero Tarragona y su industria petroquímica definieron la necesidad de apoyar este proyecto que les beneficiaba exportaciones tanto al sur (hasta Algeciras), como al norte y su ancho de vía europeo desde Barcelona.

Las cifras más optimistas sobre su terminación nos sitúan en el año 2030, eso después de sonoros retrasos e incumplimientos, pues ya podría estar casi acabado para el año que viene, pero el gobierno de Pedro Sánchez advierte que algunas de las infraestructuras, como el túnel pasante de Valencia no podrá finalizarse ¡hasta 2045! Y claro, se monta el pollo dado el agravio comparativo, pongamos por caso de tunéelo forzosamente transitable horadado entre montañas: Madrid con el País Vasco.

Las cifras más optimistas sobre su terminación nos sitúan en el año 2030,  pero el gobierno de Pedro Sánchez advierte que algunas de las infraestructuras, como el túnel pasante de Valencia no podrá finalizarse ¡hasta 2045

Y aquí es donde aparece el Ministro de Transportes Óscar Puente, la vuelve a liar mandando un propio para insultar a los empresarios, empezando por Boluda (probablemente uno de los que más saben de transporte en toda España), y Roig (ilustrado y viajado conocedor del corpus alimentario que nos pide Europa, esencialmente hortofrutícola), llamándoles, ahí va eso: “sicarios” o “lameculos”, de “mentirosos” o de “pagar la caja b del PP” (sic). Y luego de semejante pedorreo debió quedarse dormido sobre el inodoro.

Como dicen en mi pueblo: “este si nace más tonto, no nace”, parábola que le cuadra perfectamente a Óscar Puente, y nuestro dicho popular no va dirigido a una persona a quien Dios o la naturaleza no haya dado mayores facultades mentales, sino a quien acaba de decir o hacer, motu propio, alguna gilipollez causando el asombro y el desprecio ajeno. Si a su faltona y misérrima dialéctica de gañán político, añadimos su habitual pintaza de gigantón desaliñado y verboreico, sólo entendemos que Sánchez lo mantenga para cabrear a la oposición, y a quienes no lo votan poniéndolo como sparring para llevarse las bofetadas y moratones que usted quiere evitar golpeen y marquen sobre su apolínea jeta.

Cataluña, con su habitual insolidaridad del torniquete “nos vamos”, hace tiempo que consiguió su parte de Corredor Mediterráneo, pero hacia abajo de las Españas mediterráneas todavía faltan muchísimas obras (y por ende dinero) que el gobierno concesiona con ávaro cuentagotas, sobre todo ahora que tanto en la Comunidad Valenciana como en la andaluza gobiernan “los otros”. Y con ello no sólo está perjudicando el futuro de su partido secundario PSPV (y aliados como Compromís o Podem), sino que afecta a nuestra economía y puestos de trabajo en turismo que desde Vinaròs a Málaga cuenta con la mayor ocupación en la hostelería de este país; agricultura de regadío, incluida la de primor, más la vitivinícola; y pequeña industria de componentes (calzado, juguetera, informática, electrónica, etc. que se fabrica en nuestros valles.

Señor Sánchez, si estoy de humor y quiero reírme ya me pondré una película desternillante o programa cómico ad hoc, pero no nos mande todos los días a Óscar Puente al telediario porque es insufrible y tan siquiera tiene la gracia de lo absurdo. Un leguleyo bufón en la corte de Begoña Gómez, un agitador cargado de estulticias, un broncas sin la menor oratoria parlamentaria y, en definitiva, un canto al sol que no ilumina, sino que oscurece la labor del Gobierno que usted preside.

tracking