Miguel Hernández, Orihuela y el Consell
Es bastante conocida la frase que unos atribuyen a Eugenio D’Ors y otros a Ortega y Gasset: “En Madrid, entre semana, a las ocho de la tarde [otros dicen a las siete], das una conferencia o te la dan”. La he recordado a propósito de la polémica suscitada por la moción que –recogiendo el sentir de la familia de Miguel Hernández- el PSOE ha presentado ante varias Administraciones Públicas, solicitando la anulación de los juicios que condenaron al universal poeta oriolano.
Muy torpes hay que ser (hablo del equipo de gobierno municipal de Orihuela) para dejarse ganar la partida –el escrito había ido pasando por diversos círculos en el habitual procedimiento de recogida de firmas- y no presentar una iniciativa propia acorde con los criterios que consideraran oportunos. Muy condicionados deben estar los de Pepe Vegara por el teniente general Mestre y los suyos como para quedarse viéndolas pasar mientras los socialistas presentaban una moción en favor de la anulación de la condena al autor de “Vientos del Pueblo”. Y es que puede entenderse que los de VOX no admitan las referencias a la II República, a la dictadura franquista, a la falta de atención médica en la cárcel y otras afirmaciones sobre las circunstancias de su muerte. Pero de eso a intentar manipular un texto y acallar voces discordantes –como ya hicieron los mismos con el cese de los consejeros independientes en ‘Orihuela Cultural’- va un trecho, además de que, para consensuar una moción institucional, hace falta muchas más inteligencia y menos soberbia. Ahí está el desmarque de sus colegas de Elche, absteniéndose y dejando que saliera adelante la misma moción rechazada en Orihuela que dio lugar, una vez más, a que la ciudad donde nació el poeta se proyectara negativamente a nivel nacional.
Si Vegara o alguno de los miembros de su poblada colla de asesores hubieran estado más despiertos y capacitados para reaccionar, bastaría con haber presentado su propio texto más o menos edulcorado que habría salido adelante simplemente con la mayoría de la que gozan en el Pleno municipal. Aunque hay quien dice que ello no es posible porque se encuentra bajo la amenaza de sus socios de gobierno en este (y otro) tipo de cuestiones. Sí lo ha hecho en cambio el Consell –demostrando mejores reflejos- con la aprobación de una declaración institucional en la que se insta al Gobierno de España a reparar la figura de Miguel Hernández mediante la anulación de los sumarios judiciales que le condenaron primero a muerte y posteriormente a 30 años de prisión durante el franquismo.
Estoy seguro que no es la que familia del poeta y los firmantes de la iniciativa quieren, sencillamente porque no es su texto; y porque “sumar su voz a la de la familia” supone asumir el contenido de su escrito ya que, en caso contrario, sería puro cinismo. Pero al menos, el gobierno de Carlos Mazón ha querido pronunciarse de alguna manera –las enmiendas de censura y tergiversación propugnadas por Pepe Vegara figuran parcialmente en el texto del Consell- y antes de que llegue el 30 de octubre, fecha prevista para oficializar el reconocimiento que se pretende. Frente a la negativa de Vegara, una jugada en positivo de Mazón, ahora que está libre de las ataduras de VOX. Aunque o mucho me equivoco o este lance le servirá de poco y no concluirá en jugada maestra.
Al igual que en el texto que trataba de sacar adelante el PP de Orihuela, en el escrito del ejecutivo autonómico no se hacen alusiones significativas a la II República, la dictadura franquista o las condiciones en las que el poeta murió en la cárcel. Pero se afirma que “La Generalitat, en nombre de todos los valencianos y en reconocimiento de la memoria de uno de sus más ilustres ciudadanos, manifiesta su firme adhesión a la petición de la familia de Miguel Hernández para la anulación de los sumarios judicial que en su día fueron abiertos contra él”, según ha señalado la portavoz del Consell Ruth Merino. En el acuerdo se dice que “en nombre de todos los valencianos, y como reconocimiento a la memoria de uno de sus más ilustres ciudadanos”, el Consell “manifiesta su firme adhesión a la petición de la familia de Miguel Hernández, así como de diferentes personalidades y entidades, para la anulación de los sumarios judiciales que en su día fueron abiertos contra él”.
En el texto aprobado por el Consell se dice también que “Con esta declaración, la Comunitat Valenciana honra a Miguel Hernández, el poeta que desde su tierra natal elevó la voz por la libertad, la justicia y los derechos humanos, y cuyo legado nos compromete a seguir luchando por una sociedad más justa y digna”, porque según la consellera portavoz, es el “momento de dar un paso adelante”. Además, la Generalitat enmarca esta declaración en la aplicación de la Ley de Concordia, aprobada el 26 de julio de 2024 en las Cortes Valencianas con los votos de PP y Vox. Y subraya el Consell que Miguel Hernández es “una de las figuras más emblemáticas de la poesía en lengua española y un símbolo de la lucha por la libertad y la justicia. Su vida y obra están profundamente arraigadas en la historia de nuestra Comunitat, y su legado ha elevado el nombre de Orihuela a nivel internacional. Nuestro poeta fue un firme defensor de la libertad. Fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de 30 años de prisión. Estas sentencias quedan contenidas en los sumarios 21001 y 4407. Miguel Hernández murió en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942, de tuberculosis", señala la declaración.
Actualmente, añade el texto, “Lejos de la época de posguerra y en un estado democrático en que las libertades no deberían estar en riesgo, es preciso que aquellos sumarios sean revocados”. En esta línea, apunta que la familia del poeta, junto con un “amplio” número de entidades, colectivos y personalidades, “ha llevado a cabo durante décadas una lucha incansable para que se anulen estos sumarios, una solicitud que ya fue denegada en 2010 y 2013 por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional”. Ahora, el Consell considera que la Comunitat Valenciana “como tierra de origen de Miguel Hernández y Orihuela, como su ciudad natal, no pueden ni deben permanecer ajenas a este llamamiento” y, por tanto, sostiene que la “reparación histórica” del poeta es, también, “una reparación de nuestra propia identidad y dignidad”.
Para la Generalitat, “Miguel Hernández es el hijo más universal de Orihuela y estamos seguros de que su lucha por la libertad y la justicia igual para todos los españoles, sean de donde sean, y ocupen el puesto que ocupen sería uno de los motivos de su vida” y subraya la declaración que la Comunitat Valenciana “debe defender la figura de Miguel Hernández, y mostrar con orgullo, tanto en nuestras calles como en el resto del mundo, su obra y vida, por eso debe sumarse sin dilación a la petición de que las sentencias que lo condenaron sean anuladas”. En este sentido, Ruth Merino ha aludido a la aplicación de la Ley de Concordia aprobada en julio por las Cortes Valencianas, y ha indicado que esta declaración institucional “cabe perfectamente porque se está haciendo un reconocimiento, al final, de una víctima política y es considerado una injusticia”. La solicitud será trasladada inmediatamente a Presidencia del Gobierno, los ministerios de Justicia y Cultura y a los grupos parlamentarios de las dos cámaras. En resumen, el Consell pide al Gobierno que anule los sumarios judiciales abiertos en contra del poeta y se realice una Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal a favor del poeta y su familia y que realice esta Declaración “en un acto institucional que se celebre en el entorno más adecuado, preferiblemente el 30 de octubre, día del nacimiento de Miguel Hernández”.
Finalizo recordando –a cada uno lo suyo- que en el acto de entrega del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana celebrado el pasado sábado en el auditorio de la Lonja de Orihuela, el director de la Fundación Cultural Miguel Hernández (cuya presidencia corresponde al titular del Consell), ya se anticipó a la petición formulada ahora por el Gobierno Valenciano. Aitor Larrabide lo hizo con estas contundentes palabras: “La Fundación recuerda al poeta todos los días, no sólo el 30 de octubre y el 28 de marzo. Y desde su poesía religiosa hasta su poesía comprometida políticamente y su injusta y cruel muerte, desasistido completamente por las autoridades franquistas. Pasando por dos juicios carentes de garantías procesales, que deben ser anulados. La dignidad del poeta no se la quitaron, ni se la quitarán jamás, porque fue, como dejó escrito en un memorable verso, “ruiseñor de las desdichas”, y yo añadiría, “esperanzas” de todo un pueblo, de su pueblo, el vuestro y también el mío”.