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Catalunya vs España

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), durante su reunión con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (d), en el Complejo de La Moncloa, a 4 de octubre de 2024, en Madrid (España). Estas reuniones se enmarcan en la ronda que suele hacer el jefe del Ejecutivo tras las elecciones autonómicas. Además de con el presidente de Castilla-La Mancha, el presidente del Ejecutivo se ha reunido hoy con el presidente de la Región de Murcia y el presidente de la Comunitat Valenciana.

Carlos Luján / Europa Press
04 OCTUBRE 2024;REUNIÓN;SÁNCHEZ;PRESIDENTE;CCAA;CASTILLA-LA MANCHA;CLM
04/10/2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante su reunión con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page en el Complejo de La Moncloa, a 4 de octubre dCarlos Lujan

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Pedro Sánchez saliendo de su burladero casamata en La Moncloa recibió el viernes a porta gayola y uno tras otro (que se los vayan echando) a los presidentes adversos del PP Carlos Mazón ("Valencia que hermosa eres") y López Miras ("Cuando canta una murciana"), rematando faena de alivio y bajonazo con el díscolo socialista Emiliano García-Page ("La Mancha entera").

Todos los presidentes autonómicos iban con sus libretillas del “haber” y del “deber” en obras públicas y de servicios pendientes prácticamente finalizados/as, a medias, o claramente incumplidas después de su publicación y promesa en los distintos programas electorales con el mismo espíritu federal, pero con distinta letra autonómica. Pedro Sánchez dejó a su gabinete de crisis en la antesala con el altavoz puesto y tomando notas, resumidas en hiperbólicos memorándums laudatorios que luego nos trasladarían a los distintos medios de comunicación.

En definitiva, lo único que intenta conseguir Sánchez con esta partida de ajedrez simultáneo es apagar fuegos prendidos en toda y cada una de las regiones, autonomías o países figurados que no admiten rancho aparte para Cataluña; por cierto, Carlos Mazón le pegó un corte a un periodista independentista catalán que le preguntaba por el “País Valencià”, puntualizándole con la denominación constitucional “Comunidad Valenciana”, y negándose a responder a algo que, ya en su enunciado, le parecía ofensivo a nuestro presidente.

Murcianos y valencianos hicieron frente común en La Moncloa esencialmente porque sus principales industrias y agricultura hortofrutícola. Es decir, el sector turístico, necesita aumentar el nivel cualitativo porque del cuantitativo ya vamos bien servidos y el creciente fértil del Levante mediterráneo no para de agrandar su número de visitantes, lógicamente en competencia con Cataluña que desearía retenerlos en territorio y costa propios. Mientras que en lo referente a las hortalizas y frutales resultamos más baratos y productivos que Lleida, pongamos por caso, pero y también los superamos en niveles vitivinícolas pasando de aquel vino peleón de antaño a las actuales etiquetas con prestigio y precio

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y único socialista que sabe lo que juega en las urnas, como lo sabía Pepe Bono su antecesor, le planta cara y voz a Pedro Sánchez no sólo por mantener una línea distinta dentro de su partido capaz de salvar los trastos rotos en la debacle anunciada para las próximas elecciones, sino porque Castilla-La Mancha todavía tiene que dar el salto del silvopastoril siglo XIX al superdesarrollado XXI, tanto en el ámbito de las comunicaciones como en la diversificación de las pequeñas y medianas industrias.

Lleva razón el presidente manchego cuando dice que a cambio de aumentar la llave de paso Tajo-Segura, debería recibir mayor apoyo e inversiones económicas para acrecentar el PIB de su tierra palmariamente discriminada. Y tanto Mazón como López Miras están obligados a apoyarlo porque el aumento del regadío, incluyendo los riegos de socorro, sobre todo en años de sequía, nos convertirán en la mayor “Huerta de Europa”, hasta ahora sólo lo somos nominativamente, y, por ende: sol y agua: igual a riqueza en la potencia que mejor y más pronto abastece los mercados del centro y del norte de Europa (Corredor Mediterráneo) superando a otras ribereñas del Mare Nostrum latino donde el Magreb cada día cobra más fuerza con sus gobiernos semidemocráticos que no entienden de separatismos autocomplacidos ni de reinos taifas que tan mal les fueron en la España medieval a la que no queremos volver.

¿Por qué no decir cuál es el trato favoritista para Cataluña en detrimento del resto, y resultado final del contrato firmado a hurtadillas en otro país de Europa, que no en el nuestro?

Todos los presidentes que han pasado por Moncloa, propios o ajenos al PSOE, le han preguntado a Sánchez por la letra del convenio preparado con ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), bajo la fiscalizadora supervisión de Junts (per Catalunya), y ni él ni sus ministras y ministro portavoces han salido de un trabalenguas bizantino donde nada es lo que parece y viceversa. ¿Por qué no decir, luz y taquígrafos cuál es el trato favoritista para Cataluña en detrimento del resto, y resultado final del contrato firmado a hurtadillas en otro país de Europa, que no en el nuestro?

Muy sencillo, los independentistas, que apoyan el enroque de Sánchez, se quedan pavoridos ante el supuesto de que pueda mandar el PP (y encima con el apoyo de Vox), pues ¿a ver qué hace la media, y de la media la mitad de los catalanes contra el resto de las Españas? ¿Separarse otra vez por un día como Principado Encadenado? ¿Se pondrán a las órdenes del Mayor Trapero con su “ejército” de Mossos d’Esquadra, y este a su vez en posición de firmes ante el actual presidente Salvador Illa? ¿O, por el contrario, renombrarán a Puigdemont desembarcando con la flota rusa en el puerto de Barcelona? Toda una ristra de preguntas absurdas por imposibles dado que la independencia total de Cataluña separada de España es inverosímil, salvo que la liemos parda cuando Euskadi, Navarra, Galicia, Madrid… y hasta Peleas de Arribas, y Peleas de Abajo (dos pueblos zamoranos) se declaren secesionistas del resto de la nación otrora llamada España, y en un mañana factible: Federación de Repúblicas Ibéricas, sin contar con Portugal.

Carlos Mazón ha declarado que no le interesan tanto las cifras (y propinas prometidas) como la administración del dinero que el Estado ¿concede? a la Comunidad Valenciana. ¿Por qué vamos a ser menos que nuestros fronterizos del norte? ¿Porque quien no llora y amenaza con divorciarse, no mama más de la teta de la Hacienda estatal? ¿Por qué la Comunidad Valenciana decidió darle el voto a la derecha y centroderecha, negándoselo después del desastre que aquí supuso el endeudado Ximo Puig? ¿Así quieren que nos adhiramos a ese supuestos Països Catalans bajo el mando político y económico-administrativo de una Generalitat que no es la nuestra, ni lo fue nunca? Ya está bien de dar por saco con Catalunya versus Cataluña.

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