La Policía Nacional desmantela una plantación “indoor" en una zona campestre de Elche
La casa de campo había sido alquilada, mediando una cuarta persona, por la cantidad de 2.200 euros mensuales
La Policía Nacional ha detenido en las localidades de Alicante y Elche a tres personas por un delito de tráfico de drogas. Se trataba de una organización bien estructurada, responsable de una plantación “indoor” en una casa de campo. Las plantas estaban casi en el momento de la recogida.
La investigación comenzó cuando la Policía Nacional recibió una información sobre un posible cultivo “indoor” en una vivienda ubicada en la zona rural de Elche. De esa casa provenía un fuerte olor a marihuana y se escuchaban máquinas industriales constantemente que podrían ser sistemas de ventilación usados en este tipo de cultivos.
Primeras diligencias reveladoras
Cuando los agentes de la Policía Nacional realizaron las primeras indagaciones sobre el terreno, descubrieron que se trataba una casa de dos plantas que parecía estar abandonada. El vallado perimetral estaba tapado, evitando así que se viera parte del inmueble desde el exterior. Lo mismo ocurría en una de las terrazas de la planta más alta. Habían colocado una tela que ocultaba varias maquinas de aire acondicionado.
Los investigadores también pudieron constatar que del lugar emanaba un fuerte olor a marihuana y que se oía algún tipo de maquinaria que estaba encendida todo el día. Se observaban todas las puertas y ventanas cerradas, casi todas ellas selladas y tapadas. Según fue avanzando la investigación se supo que se trataba de una casa de campo alquilada y que los responsables de aquella plantación eran al menos tres personas.
Los delincuentes se repartían las tareas para ser más eficientes
Dos de los detenidos, hombre y mujer, ejercían de cabecillas, haciendo uso de varios vehículos para facilitar sus desplazamientos y el movimiento de materiales de cultivo. Existía un tercero que era el encargado de la guarda y custodia de la plantación, que a su vez realizaba labores de abastecimiento de la casa con productos alimenticios y de cuidado personal.
Los agentes tuvieron sospechas de que existiera un cuarto responsable. Este podría tener labores de mediación para la localización y el alquiler de los inmuebles donde se iban a realizar las plantaciones. Se trataba de un varón posiblemente español, que hablaba con los propietarios de las fincas, ganándose su confianza para no levantar sospechas sobre el uso que se le iba a dar a las casas.
Fase de explotación tras toda la información obtenida
Las detenciones no tardaron en efectuarse. Se estableció un dispositivo sobre la casa de campo, logrando la detención del varón encargado de la guarda y custodia del cultivo.
Al mismo tiempo, se había establecido otro equipo de trabajo para la detención de los dos cabecillas de la organización. Estos dos fueron localizados y detenidos en la ciudad de Alicante.
La Policía Nacional practicó los correspondientes registros, encontrando la cantidad de 594 plantas. Se encontraban en plena floración y tenían una medida aproximada de metro y medio de altura. Estaban localizadas en seis de las estancias de la vivienda, repartidas en diferentes alturas, pudiendo calcular que cada planta arrojaría una cantidad de 250 gramos de sustancia.
A su vez se intervinieron más de 3.400 euros en metálico. Junto con el dinero, también se encontró todo el aparataje utilizado para este tipo de cultivos como ventiladores, focos, filtros de carbono, máquinas de aire acondicionado, abonos para las plantas y basculas. Se descubrió que las instalaciones tenían un alto grado de profesionalidad en el montaje llegando incluso a ver que se había usado un aislante de lana de roca en las paredes, para evitar altas temperaturas en el lugar donde se encontraba el cultivo.
Conclusiones sobre el modo de operar de los delincuentes
La Policía Nacional concluyó que se trataba de un grupo organizado con un reparto claro de tareas. Dos de ellos eran los cabecillas y marcaban las directrices de actuación. Un tercero se encargaba de las labores de mantenimiento y vigilancia de los cultivos, como si de un peón se tratara.
La casa de campo había sido alquilada, mediando una cuarta persona, por la cantidad de 2.200 euros mensuales. Este cuarto realizaba funciones de mediación, poniendo en contacto a los autores con el propietario de la casa para formalizar el correspondiente contrato de alquiler. El propietario desconocía el uso que se le estaba dando a la finca.
Para ahorrar costes y no pagar la luz, los autores habían realizado un conexionado paralelo ilegal de corriente eléctrica, derivando gran cantidad de energía para alimentar todo el sistema de cultivo hidropónico.
Los detenidos, una mujer y dos hombres de edades entre los 40 y 56 años, eran nacionales de Albania, Serbia y Rusia. Solo uno de ellos tenía antecedentes por hechos similares, y otro se encontraba en situación irregular en España.
Dos de ellos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante, mientras que el último pasó al Juzgado de Instrucción de Guardia de Elche. Las diligencias han quedado abiertas para la localización del cuarto implicado, y conocer cuál era su vínculo con la organización.