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Calvario, crucifixión y no sé si muerte

Jueces, fiscales y forenses están sobrepasados, pero ahora lo importante es desescombrar y encontrar a los deslocalizados. Tiempo habrá de procedimientos y sentencias.

Esta actual de una calles en Paiporta

Esta actual de una calles en Paiportarober solsona

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Mazón está pasando el calvario del más furibundo ataque por parte de las izquierdas, nacional -separatistas, y la acracia generalizada, amplificado el pasquín delictivo con el volumen a tope de sus medios sicarios como caja de resonancia, que ya no sabemos si quieren que dimita o verlo colgado en una cruz de aspas hasta la muerte política y cremación echando las cenizas en el olvido del por siempre jamás.

Pero no sólo la testa presidencial de Carlos Mazón, sino vociferan en coro monotemático la desaparición del PP por decreto gubernamental y desde Feijóo al último militante en las autonomías donde manda el centroderecha. O sea, patada a las urnas y a seguir por la senda anticonstitucional: lo que no les han dado las papeletas pretenden conseguirlo exaltando a la ciudadanía hasta un enfrentamiento guerracivilista, o de algarabía permanente, algo posible en un pueblo, como en nuestro, que en menos de un siglo tuvo tres enfrentamientos fratricidas.

Siguiendo en el morbo de la comida que Mazón mantuvo con una periodista, y sobre todo en sobremesa comentada por fachendosos torturadores del traído y llevado president deslizando dobles lecturas instintivas para repetirse como eructos tras una melopea indigesta en la creencia de que su cirrosis verbal puede aplacar la descomposición que les provoca cada segundo que Mazón continúa en su residencia valenciana.

Algo me ha llegado de la conversación entre el político y periodista, y al parecer giraba en torno a una tremenda y adversa herencia dejada en la televisión valenciana por su antecesor Ximo Puig con fidelísimos vocalistas informativos y de opinión (frecuentemente solapados) con mensajes de obligado cumplimiento enviados desde el PSPV, Compromís (Sumar), incluso las ditirámbicas ocurrencias podemitas.

Los políticos se compran por lo que valen y se venden por lo que aparentan, tal vez por ello a un Mazón en pleno siniestro incontrolado por incontrolable, y con la prepotente bisoñez que siempre le ha caracterizado, le importa más que una Dana incierta, cómo manejar y controlar los resortes mediáticos que en el futuro inmediato podía esgrimir la muy granadita Maribel Vilaplana.

Este jueves sabremos más en boca del propio Carlos Mazón, según mandan reglamento de las Cortes Valencianas. Basta recordar el conteo horario de la tragedia arrojado por la oposición política y sus medios afines como cuchillos a la yugular, primero a él, pero y después esencialmente a su equipo (del que es directo responsable) les han faltado reflejos, exceso de confianza en que después de la tormenta viniera la calma, cuando fue al revés, y las trombas de agua arrasaban con todo sin que del cielo cayera una gota.

Alemania y Bélgica en 1921 son antecedentes directos de lo que ha pasado en Valencia en 1924, pero las responsabilidades se repartieron desde la prensa y televisión centroeuropea. Algo que aquí parece imposible porque todos se politiza inclusive los temporales y perennes desafueros de la incontrolable naturaleza mediterránea.

Cuidado que viene otra y seguirán viniendo, esté Mazón o cualquier otro elegido por los ciudadanos y no por unos periodistas serviles que no contrastan la información. El actual presidente de la Comunidad Valenciana puede dimitir y nombrar un nuevo gobierno, o enrocarse si Feijóo se lo permite, algo que dudo, otra cuestión sería un aplazamiento de su salida para evitar caídas de pantalones ante sus desaforados e incontinentes rencorosos, pero el potente no puede permitirse semejante desgaste. Es hora de que Mazón sacrifique en aras de un partido que se lo ha dado todo en la vida; tiempo y cargo habrá como servicio a la autoinmolación. Si bien igualmente Pedro Sánchez deberá asumir las suyas y, como mínimo cesar a la ministra del ramo, huida mientras la crecida devastaba, y remodelar su Gobierno depurando responsabilidades, que las hay en varios ministerios.

Insultar y mofarse del crucificado no nos lleva a mejores calificaciones morales y profesionales como a las de los soldados romanos que vigilaban insultando al Ecce homo por si se desclavaba antes del último suspiro. Escupen y siguen embarrando el 90% de su programa televisivo, o artículo despotricando, pero nada hablan y proponen de futuras soluciones sobre cauces y barrancos, y mucho menos en la obligada y urgente colaboración entre los dos partidos mayoritarios (vuelvo a recordar a Bélgica y Alemania solidarios políticamente); algo que parece imposible encontrar en lo que estos faltones en contra de Mazón o del PP, sino de la democracia misma, ante la cual el ciudadano medio se siente cara de más desconfiado. Puro descrédito que se está convirtiendo en un boomerang. Claro que es el pueblo quien sufre, pero tiene nombre de municipios valencianos, no de siglas. Por una vez podían haber dado ejemplo de respaldo mutuo.Jueces, fiscales y forenses están sobrepasados, pero ahora lo importante es desescombrar y encontrar a los deslocalizados. Tiempo habrá de procedimientos y sentencias.

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