Castellón abandona a 300 familias tras dos años de inundaciones en sus casas
La desesperación de los vecinos llega tras un "ninguneo constante" por parte del Ayuntamiento
Hasta 300 familias de la Marjalería denuncian sentirse abandonadas por el Ayuntamiento tras ver cómo rechazan todos sus escritos mientras la rotura de una tubería de agua provoca que muchas de ellas no puedan ni entrar a sus casas desde hace dos años debido a las inundaciones. Toda esta desesperación les ha llevado a colgar carteles exigiendo dimisiones, así como a iniciar movimientos de protestas con la única intención de “acabar con este ninguneo del equipo de gobierno” y poner fin al problema.
El incidente radica en unos drenajes que se hicieron en los años 60 para poder secar las tierras de cultivo y que el agua tuviese una salida natural. A partir del 2018 el nivel freático del drenaje comenzó a subir ocasionando inundaciones en las casas, campos anegados, proliferación de mosquitos y problemas de salubridad por el estancamiento de las aguas. Todo ello sumado a los problemas puntuales derivados de las lluvias torrenciales.
Desde la Comunidad de Regantes del Coto Arrocero concluyeron que la tubería principal que actúa como colector de los drenajes se había hundido por la construcción de unas viviendas encima. A partir de este momento los vecinos de la Marjalería reunieron 300 firmas requiriendo una solución al consistorio sin obtener ningún tipo de respuesta. De igual modo, enviaron escritos y mensajes por la sede electrónica logrando un “silencio administrativo” constante.
“Sabemos que la solución pasa por hacer un desvío de la tubería por un coste de unos 200.000 euros. El Coto Arrocero es una sociedad pequeña que no puede asumir el importe pero que se ha mostrado dispuesto a arreglarlo con la colaboración del Ayuntamiento”, explican los vecinos.
Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo, se ha hecho eco del malestar de todas estas familias y ha reclamado a Amparo Marco que escuche y no desatienda por más tiempo este grito desesperado.
“O no existimos o no quieren que existamos, así resumen su sentir los vecinos para quienes lo más indignante es el ninguneo recibido por parte de un equipo de gobierno, que lidera la alcaldesa Amparo Marco, que ni siquiera se ha dignado a contestarles después de nueve meses y, mucho menos, interesarse en comprobar en persona el problema que tienen en sus viviendas”, denuncia Toledo.
Asimismo, el grupo popular ha insistido en que esta es una evidencia más del ‘no’ escucha y participación ciudadana inexistente por parte de una administración “que presume de cara a la galería de contar con la opinión vecinal, pero a la hora de la verdad, las 300 firmas de protesta y los carteles visibles en la partida el Bovar y la Molinera demuestran que no es así”.