Gallinas, los nuevos inquilinos del cementerio de Castellón

1 de noviembre, día de Todos los Santos, los castellonenses acuden al cementerio de San José a visitar a sus difuntos cuando de repente el canto de un gallo les sorprende. Giran la mirada y ven varias gallinas paseando. No, no es una película de Berlanga o una estampa de la España de los años 50. Es lo que te encuentras si visitas el cementerio de Castellón: gallinas campando a sus anchas por el camposanto con si fueran una parte más del paisaje fúnebre.

Las aves que suelen estar a la derecha de la entrada del cementario son un gallo y unas 5 o 6 gallinas que proceden de las chabolas cercanas y se cuelan en camposanto por el conducto de desagüe, según explica el gerente del cementerio, Antonio Porcar, en El Mundo de Castellón. Esta situación ha generado el evidente malestar y quejas de los castellonenses que acuden al cementerio, tal y como señala el propio gerente.

Porcar asegura que el Ayuntamiento de Castellón que dirige la socialista Amparo Marco junto a Compromís y Podemos es conocedora de la situación. “La situación ha sido comunicada a la concejala de cementerios, Isabel Granero, que asimismo conoce la existencia de las chabolas, como el resto de la corporación municipal”, afirma el gerente a El Mundo de Castellón. Pero el equipo de Marco no actúa ni con las chabolas ni con las gallinas pese a malestar y el foco de insalubridad que generan.

Además de las gallinas, también hay en ese cementerio de Castellón con 160 años de historia una colonia de gatos desde hace un año, con un grupo de personas encargadas de alimentarles. La presencia de gatos entre tumbas y nichos es una imagen habitual de muchos cementerios, como también pasa en el de Valencia. Ahora, además de gatos, también puedes encontrar en Castellón gallinas.