Se retira la cruz del Ribalta tras 5 años con protestas
Un grupo de manifestantes ha acudido esta mañana a protestar por la retirada de una cruz que, según ellos, es un simple monumento cristiano, pues la cruz fue resimbolizada.
Parece que la polémica con la Cruz de los Caídos ubicada en el parque Ribalta de Castellón llega a su fin. Tras cinco años de diversos intentos de retirada, el Ayuntamiento ha decidido que es el momento de ubicar la cruz en otro lugar. Esta decisión siempre ha suscitado polémica, pues mientras que unos defienden que es un símbolo del franquismo, otros alegan que es un simple símbolo cristiano, pues esta cruz fue resimbolizada y despojada de toda ideología fascista.
Los trabajos contemplan la recuperación del jardín en el espacio ocupado por el monumento que preside la cruz. El concejal de Obras y Proyectos Urbanos, Jose Luis López, ha recalcado que con esta actuación "se da cumplimiento a las leyes en materia de memoria democrática y se recuperará un espacio ahora ocupado por el monumento en esta parte del jardín del parque Ribalta, integrándolo así en el Bien de Interés Cultural”.
La concejala de Memoria Democrática en el Ayuntamiento de Castellón, Verónica Ruíz, ha subrayado que esta cruz era un monumento de exaltación al franquismo en plena vía pública. El proyecto global cuenta con un plazo de ejecución de seis semanas y un presupuesto de 58.900 euros, más IVA.
Los trabajos de retirada de la cruz se hará a lo largo de todo el día. Asimismo, a las 12 del mediodía, se han concentrado un grupo de manifestantes frente a este monumento para protestar en contra de la decisión del Ayuntamiento. Las protestas se deben a que consideran que esta cruz es un simple símbolo religioso sin ninguna connotación política o histórica en la actualidad.
La cruz, tal y como informa el Periódico Mediterráneo, si no requiere ningún trabajo de restauración será trasladad hoy mismo a la explanada de Santo Tomás de Villanueva, en Rafalafena, después de que el símbolo fuera donado al obispado. El pasado mes de agosto ya se intentó llevar a cabo el proceso de retirada. Sin embargo, la empresa adjudicataria se echó para atrás.