Tribunales
Díez años de prisión a un profesor de tenis por violar y embarazar a una alumna menor de edad
La pena, en la que en un principio se pedía 18 años de presión para el agresor, se ha reducido después de que este reconociera su culpabilidad y pidiera perdón a víctima y su familia.
Un profesor de tenis ha reconocido haber cometido una agresión sexual a una de sus alumnas de 14 años, quien quedó embarazada y posteriormente interrumpió el embarazo. La Fiscalía, que en un primer momento solicitaba 18 años de prisión para el acusado, ha rebajado la pena a 10 años después de que este admitiera los hechos por los que se le acusaba, pidiera perdón a la familia y a la víctima, y abonara la responsabilidad civil. En este apartado, la Fiscalía solicitaba 50.000 euros para la víctima en concepto de daño moral y 1.955,90 euros para la Generalitat por la asistencia prestada a la menor.
Los hechos se remontan a finales de 2022 principios de 2023 cuando el procesado, en su condición de profesor de tenis y sirviéndose de la confianza que en él tenían los padres de la menor ―que en ese entonces tenía 14 años―, empezó a interesarse en el rendimiento deportivo de ésta, a la que prestaba más dedicación que al resto de alumnos. Así, la recogía él mismo en su casa para llevarla al entrenamiento y la llevaba, además de a la cancha de tenis, a una vivienda de su propiedad, en la cual no reside y en la que existe un gimnasio, con la excusa de realizar entrenamiento físico.
Fue en dicha vivienda ―según el ministerio público― donde el acusado agredió sexualmente de la menor. Cuando la víctima manifestó al procesado que no le venía la regla, éste se puso de rodillas y le suplicó que no dijera nada a sus padres, que les dijera que había mantenido relaciones sexuales con otro menor y así no pasaría nada, porque si les decía que había sido él, lo iban a meter en la cárcel.
Como consecuencia de estos hechos la menor quedó embarazada y se procedió a la interrupción voluntaria del embarazo. Durante la vista oral dos psicólogas ―peritos propuestas por la fiscal― han ratificado que el relato de la menor sobre los hechos fue "claro, coherente y con sentido", y que, aunque no se observó daño psicológico en la misma, sí presentaba problemas de ansiedad e incomodidad respecto del sexo.
Así mismo, otros peritos del Instituto de Toxicología de Barcelona que establecieron un perfil genético tras analizar muestras de los restos fetales del hijo de la víctima no nacido han apuntado que el padre era el acusado.
Además de la pena de prisión, la fiscal ha solicitado la inhabilitación especial del acusado para cualquier profesión, oficio o actividad, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad por tiempo de 20 años, así como la medida de libertad vigilada para su ejecución con posterioridad a la pena por un periodo de diez años, y la prohibición de aproximarse a ella a menos de 500 metros, a su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro frecuentado por la misma, y de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento por tiempo de 20 años.
Tanto las acusaciones como la defensa se han adherido al escrito de conclusiones definitivas del ministerio público, que ha solicitado una sentencia condenatoria. La defensa ha pedido que se tenga en cuenta en la sentencia que el acusado ha reparado el daño y ha pedido perdón en dos ocasiones. El juicio ha quedado visto para sentencia.