El Gobierno usurpa hogares en la costa a golpe de desdén
55 zonas en las playas valencianas, en riesgo de deslinde por la inacción del Gobierno.
Una protesta de Somos Mediterránea
El Estado podría ver incrementado su patrimonio a golpe de expropiaciones en primera línea de playa en un futuro. El problema de la regresión de la costa se agranda a medida que las acciones del Gobierno de España para evitarlo se minimizan.
De las 59 acciones de regeneración -como la construcción de espigones- previstas desde el 2015 en la Comunidad Valenciana, la Dirección General de Costas dependiente del Ministerio de Teresa Ribera -ascendida a la Unión Europea- solo ha ejecutado cuatro de ellas, es decir, el 6'6%. Se trata de zonas que la propia administración calificó como afectadas por la subida del nivel del mar y en riesgo de verse sometidas a deslindes que requieren una actuación urgente, pero que permanecen bloqueadas durante años.
En Castellón el Gobierno de España había previsto desde 2015 obras para restaurar las condiciones originales de las playas en Ben-Afelí, La Torre, Mijares. También obras de contención en el puerto de Burriana, un espigón y un dique sur en Nules, espigones en Moncofa y en Xilxes, donde también estaba prevista otra obra de regeneración en la playa. En el Río Becaire y la Gola de Estany en La Llosa, en la Gola de Queralt u Casablanca en Almenara y en el puerto de Canet d'en Berenguer.
En la provincia de Valencia se concentran la mayor parte de las actuaciones previstas e incumplidas para combatir la regresión del mar. Esta semana los vecinos de Almardà denuncian el "bloqueo" de las obras previstas. Pero no son los únicos afectados. El Gobierno aprobó obras de construcción y regeneración de las playas en 30 ubicaciones: en Puerto de Sagunto, en las playas del sur de la capital (la Devesa del Saler, el Perellonet, el Perelló), hasta siete actuaciones en Sueca (en Pouet, Palmeras, Rey, Bega de Mar, Mareny Blau y Dosel) y nueve en el caso de Cullera (en las zonas del Faro, l'Illa, Barranc de palomes, el Racó, Cullera, San Antonio, l'Estany, Brosquil y Marenyet). También en la continuación del litoral en el municipio colindante de Tavernes de la Valldigna (Goleta, Tavernes y Mareny), en Xeraco, tres acciones de regeneración de la playa en Gandía (l'Ahuir, Grao y Venecia), Daimús Guardamar, Bellereguard y Miramar.
"El mar se come mi casa y el Estado me la quiere quitar"
En Alicante, desde 2015, una de las pocas acciones comprometidas llevadas a cabo ha sido la regeneración de las playas del popular y turístico destino vacacional de Denia. Donde el agua antes se metía en las casas, ahora la playa soporta los temporales y luce en todo su esplendor. "El mar se come mi casa y el Estado me la quiere quitar", era el lema de la campaña de los vecinos e Guardarmar del Segura en las movilizaciones de este verano.
Más allá de las promesas incumplidas de Costas con el litoral valenciano, también ningunea otras localidades afectadas. Un ejemplo es la playa Morro de Goss en Oropesa del Mar, donde ni hay espigones o diques ni se los esperan por falta de voluntad del PSOE. En consecuencia, cada verano la turística ciudad se llena de veranenates que sorprendidos no pueden plantar la sombrilla en el montículo de piedras trasvasadas en el que se ha convertido la desaparecida arena.
Este es un ejemplo de las consecuencias de la dejadez por parte del Gobierno y un escenario en el que podrían verse playas de Cullera o de cualquiera de las ubicaciones mencionadas si el Gobierno no acomete las acciones paralizadas desde hace nueve años. Y es que el 64'8% de las playas valencianas ya han perdido extensión como reflejan los últimos datos de Greenpace.
En otros casos, donde la regresión se acentúa más, la inacción por parte del Gobierno hará que el agua entre los hogares de primera línea, lo que conlleva la expropiación forzosa -deslinde- de estas viviendas. Es lo que ha ocurrido ya en Tavernes y Moncofa, o los deslindes que están en proceso de alegaciones en Denia y Puzol. Todos ellos podrán haber sido evitados si se hubieran llevado a cabo a tiempo las correspondientes actuaciones previstas. De este modo, desde la Dirección General de Costas se aprecia un modus operandi más basado en expropiar terrenos privados a golpe de desdén en lugar de ejecutar planes de prevención y protección del litoral.
El anteproyecto de la ley de Costas valenciana asumirá por primera vez las competencias en materia de concesiones y ha creado un concepto jurídico expresamente para estos casos. Con el objetivo de proteger las viviendas de los deslindes, se ha introducido la idea de "núcleo etnológico" que impediría al Gobierno meter mano aunque sea de dominio público dado su valor etnológico en la fachada marítima valenciana. Los Ayuntamientos podrán solicitar esta denominación una vez entre en vigor la norma aunque desde el PSOE valenciano ya han advertido de una falsa sensación de seguridad al considerar que entra en conflicto de competencias y los deslindes se llevarían a cabo por parte del Gobierno.