Incendio colosal en el socialismo valenciano por la traición de Puig a Sánchez
La alineación del presidente de la Generalitat valenciana con el bando de Susana Díaz ha provocado la indignación de buena parte de los cargos del PSPV y de su militancia.
Un repaso a los últimos veinte años de la historia de los socialistas valencianos ayuda a entender la guerra abierta en el PSOE que estalló el miércoles con la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva. Varias tesis doctorales han analizado las causas de la debacle que se inició en 1995 con la derrota del entonces presidente de la Generalitat, Joan Lerma, que sigue ocupando un cargo público en la actualidad como senador.
Según estos estudios universitarios, la pérdida de apoyo de los ciudadanos al partido del puño y la rosa se debe más a causas endógenas de la organización que a motivos exógenos. Esto es, la división interna y la lucha por el poder, aunque el "poder"esté en la oposición, provocó que los ciudadanos dejaran de confiar en los socialistas.
El actual presidente de la Generalitat Ximo Puig, fue el jefe de gabinete de Lerma, y varios de los integrantes de su núcleo duro han rebasado los 55 años con una vida laboral eternamente unida al salario en la Administración. El PSPV presenta una nutrida lista de dirigentes cuya longevidad en la vida política ocupa puestos de privilegio en la lista Guinness. Entre ellos Ciprià Ciscar, diputado nacional de nuevo desde hace semanas, que fue ex secretario de organización de Felipe González y que al parecer ha formado parte como estratega de la operación contra Pedro Sánchez.
La noche electoral del 26 de junio, Puig ya deslizó que los cuchillos estaban afilados: "No seré yo quien debe decir si Pedro Sáchez debe continuar" soltó públicamente, para añadir a renglón seguido que, "por ahora" , el aspirante a La Moncloa contaba con su apoyo y el del PSPV.
Tres meses después, Puig se convierte en el cargo institucional más importante del PSOE que sentencia a su líder al abandonar la Ejecutiva. Una decisión que ha abierto en canal a los socialistas valencianos. Alguno de ellos, como el diputado José Luis Ábalos, expresa públicamente que Puig ha cometido un grave error al protagonizar la rebelión en vez de optar por una postura tibia, más propia de su cargo como jefe de un gobierno autonómico.
Reacción en cadena
El gesto de Puig está provocando una reacción en cadena. Los manifiestos de apoyo a Sánchez están derivando al mismo tiempo en documentos de reproche el jefe del Consell. Al margen de Ábalos, líder en la provincia de Valencia, se han unido voces como la del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, o la de cargos locales Castellón, entre ellos el secretario general y la alcaldesa, Amparo Marco.
La denominada Plataforma de Apoyo a nuestro Secretario General de Castellón, Valencia y Alicante pide que la "militancia decida el futuro" con su voto, y, al mismo tiempo, expresa su indignación con Puig. Éste se ha visto obligado a remitir una carta la militancia para explicar su abandono de la Ejecutiva Federal, tras recibir correos electrónicos de reproche.
Aunque públicamente se han realizado llamamientos para que la crisis del PSOE no contagie al PSPV el movimiento en las agrupaciones y en redes sociales no presagia precisamente calma. El plena batalla no faltan dirigentes que apuestan por una tercera vía. El más destacado es el joven presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, quien en diferentes entrevistas ha realizado un ejercicio de pragmatismo. Ni con Sánchez ni con Puig. Rodríguez es, según un reciente sondeo, el político junto con Mónica Oltra mejor valorado en la Comunidad Valenciana.