La directora general de la nueva RTVV no podrá tener secretario
A pesar de que aún no se ha decidido quiénes entrarán a formar parte de la plantilla provisional de la nueva RTVV ya sabemos que hay un puesto reservado sólo para mujeres
“Secretaria, secretaria, la que escucha, escribe y calla”. Es uno de los versos de la canción de Juan Carlos Calderón que en 1975 popularizara Mocedades hasta convertirse en uno de sus grandes éxitos. Mucho ha cambiado España desde entonces, y desde luego también la profesión de asistente de dirección. Pero hay una cosa en la que apenas hemos evolucionado: por mucha paridad, igualdad y cremalleras que queramos, ciertas profesiones están claramente copadas por personas de un determinado sexo. Y un caso evidente es el de las secretarias. También en la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, en donde la probabilidad de que la asistente de la directora general, Empar Marco, sea una mujer es del 100%.
En la tabla de autobaremación de esta bolsa de empleo para puestos directivos, previa a la contratación por el procedimiento de libre designación, figuran diez mujeres y ningún hombre, con puntuaciones que van desde los 6,35 hasta los 29,49 puntos. En la relación de puestos de trabajo publicada con agostidad en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana ya se cuidan de indicar que el puesto es para la “secretaría”, y no de “secretaria”. Pero, por la razón que sea, no hay hombres entre los candidatos. Es cierto que suele pasar así en casi cualquier empresa, ya que tan sólo el 2% de quienes trabajan en estos menesteres en Europa son hombres. Lo habitual es que sean mujeres, y de entre 25 y 45 años, según un estudio de 2013 de las asociaciones Europe Management Assitants y American Management Association. Aunque siempre hay excepciones. En el concurso de “mejor secretaria del año” de la empresa Manpower, en su edición extremeña de 2003, hubo un hombre de ocho finalistas.
Un reportaje de El País Semanal sobre este asunto define este trabajo como “un poder fáctico” en las empresas, y asegura que si se les pregunta a las mujeres por la ausencia de hombres en este terreno suelen bromear con que ellas son capaces de hacer dos cosas a la vez. Y ellos no. Más en serio argumentan razones de sensibilidad e intuición, siempre superiores a las de los hombres. Aunque en realidad parece ser definitiva la predominancia “apabullante de varones” en puestos directivos, que suelen sentirse “más cómodos” si su asistente es una mujer, y la minusvaloración de estos puestos por parte de los propio hombres, que “no acaban de ver en este puesto una salida profesional”.
Sin embargo este trabajo cada vez es más técnico y menos sensitivo. Así lo corrobora que cada vez más aspirantes cursen estudios universitarios, por ejemplo, de secretariado internacional de alta dirección. Para la CVMC no será necesario tanto nivel. Los requisitos que figuran en la convocatoria oficial son “título de bachiller o técnico superior en secretariado o técnico superior en asistencia a la dirección o certificado de profesionalidad nivel 3, familia administración y gestión. Valenciano C1, inglés B2”. El trilingüismo, por tanto, está asegurado.
Las funciones del puesto en cuestión están definidas en dicha relación como “administrativa. Gestión agenda de la dirección; registro correspondencia; uso equipos informáticos y redes; gestión de gastos y presupuestos”. Y la retribuciones son las correspondientes al nivel 16E032, grupo profesional C.