Los humoristas políticos de cabecera de PP y Compromís
Los alcaldes de Valencia comenten errores, casi siempre vinculados a las Fallas, a los que los humoristas sacan punta desde el "caloret" a lo "grotesco"
Los alcaldes de Valencia lo llevan claro con los monologuistas. Si Rita Barberá era objeto de cruel escarnio en los espectáculos del actor Xavi Castillo, su sucesor Joan Ribó ha encontrado un demoledor crítico en el cómico Rubén García. Los estilos de Castillo y García son muy diferentes. Como sus criticados. En el caso del primero no dudaba en disfrazarse de alcaldesa y en zaherirla cada vez que tenía ocasión. Incluso después de muerta.
García en cambio -bastante más respetuoso- prefiere la crítica directa al político de Compromís, mirando a cámara, con ocasión por ejemplo del desafortunado empleo de la palabra “grotesco” para definir el estilo de las Fallas, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Grotesco contra caloret, Castillo lleva años de ventaja a su sucesor, inventor del eslogan #Joancuáleselplan. En el caso del alcoyano, la izquierda valenciana le aupó al éxito viralizando sus vídeos y aplaudiendo sus espectáculos teatrales. En el del valenciano, conocido a nivel nacional por sus intervenciones en televisiones temáticas, el PP le ríe especialmente su ingenio y le copia el hagstag en alguna que otra nota de prensa crítica con Ribó.
Ambos monologuistas han tenido un antecedente en la crítica fallera en el humorista Toni de l'Hostal, que hizo una versión del famoso Ring of fire del cantante country estadounidense Johnny Cash con el título de "les putes falles", y que en materia política prefería la crítica autonómica, especialmente a Eduardo Zaplana.