Llinares no oculta su antipatía hacia el Partido Popular

Si ya de por si es polémica su opinión sobre las instituciones con las que más va a tener que colaborar, como la policía y los jueces a los que les regala adjetivos como "mafia y faltos de independencia" , no menos sorprendente resulta comprobar su falta absoluta de neutralidad política para desempeñar un cargo de tanta transcendencia como el de director de una oficina antifraude autonómica. Desde luego del famoso abogado “que mira debajo de las alfombras” bien podría pensarse que va a mirar y mucho debajo de las que dejaron los 20 años de gobierno del Partido Popular en la Comunidad Valenciana.

Amigo personal de Ada Colau, de hecho ha sido uno de sus más fieles colaboradores, no oculta en las redes sociales las "maravillas" que la alcaldesa de Barcelona está haciendo por la ciudad condal. Cualquier comentario en facebook favorable a los intereses de Barcelona en Comù es compartido por LLinares.

Justo al contrario de lo que sucede con el Partido Popular. Esta es la viñeta que ridiculiza a Mariano Rajoy y que Llinares comparte en sus redes

Pero si acercamos su opinión hacia la política valenciana, Llinares se cuida mucho de hacer ningún comentario sobre quienes le han nombrado y le van a pagar medio millón de euros euros de sueldo a lo largo de los 7 años que dura su mandato. Ninguna referencia a Oltra, Puig y sobre todo Montiel, los auténticos valedores de su cargo. Su objetivo parece otro. Es especialmente crítico contra el matrimonio Císcar-Blasco a los que Llinares conoce de cerca, no en vano fue durante 2 años empleado en el IVAM. Y de su antigua directora no habla lo precisamente bien.

Pero peor parado sale su marido, el conseller popular Rafael Blasco, actualmente cumpliendo pena en prisión por el conocido caso Cooperación.

Parece que este reputado abogado y gestor cultural formado en la administración local y autonómica y que busca el rastro que deja la corrupción y se lo sirve luego en bandeja a la justicia, no se le ha dado especialmente bien "cuidar" de su propio rastro. A un año de alcanzar la edad de jubilación no ha sabido protegerse del escrutinio de las redes sociales. ¿Imprudencia o exceso de protagonismo?.