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El debate "larguito" que terminó "despacito"

Después de dos jornadas maratonianas en Les Corts, el baile de una diputada recorre las redes sociales

Pleno de Les Cortes

Publicado por
Alvaro Errazu

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Les Corts Valencianes ha vuelto a ofrecer una imagen de dudosa empatía con la ciudadanía. El debate de Política General inaugura las sesiones parlamentarias una vez concluidas las vacaciones estivales. En teoría debe servir para analizar cuál es el estado de nuestra comunidad y, a ser posible, mejorar la vida de los valencianos mediante las propuestas aprobadas. Un debate que concluyó pasada la 1:45 de la madrugada del viernes.

Desde la 23:30 horas y hasta el "és clossa la sesió", el presidente recurrió a un único soniquete: "Comença la votació". Y otra vez, "Comença la votació". Y así sucesivamente cada treinta segundos, que es lo pautado. Un ejercicio repetitivo. Absurdo. ¿Acaso hay muchos ciudadanos que puedan estar de madrugada siguiendo la sesión si al día siguiente tiene que trabajar? ¿Tiene sentido el sistema empleado, enmienda por enmienda, bloque por bloque, para aprobar o no las iniciativas? El mismo modelo farragoso y antipático que el de presupuesto durante años.

El debate de la cuentas sí se modificó por una sistema más racional. En la memoria queda el ambiente de camaradería de los diputados en anteriores noches de votación de enmiendas, previa copiosa cena en la misma cámara. Un relax que provocaba que algunos llegaran tarde a emitir su voto porque preferían antes consumir el último trago. Con la entrada de savia nueva al Parlamento y la eclosión de las redes sociales, se suponía que los diputados pactarían un modelo renovado, más ágil y, en principio, más racional.

La sesión que emite en directo el Canal Corts tuvo un share limitado: Asesores, algún periodista, familiares de diputados y frikies. Como cada año, las viejas constumbres pese a la entrada de nuevos actores, nuevos grupos políticos contagiados por la historia, hechos casta.

Durante cerca de media hora, el presidente del Parlamento, Enric Morera (Compromís) estuvo esperando en su escaño a que se configurase el estadillo para las votaciones. Los bloques por los bloques, las propuestas de resolución. La cámara del Canal Corts quedó absorta con la imagen fija de su ilustre señoría. Morera mató el rato como pudo. En todo momento guardó la compostura. Harto de no hacer nada, con la mirada perdida, abrió el micrófono y pasó a felicitar a la diputada Mariam Campello, que se casó recientemente, para más señas con un asesor del concejal de Fiestas de Valencia, Pere Fuset.

También tuvo un recuerdo con otra parlamentaria de Denia Rosa Mustafá de Falestín, por su reciente cumpleaños. Sus notas de sociedad fueron recibidas con aplausos. Poco después, advirtió también de que el ex portavoz de Podemos, Antonio Montiel, estaba en los servicios médicos de la Cámara interesándose por su compañero Pepe Almería. De los aplausos al silencio, quizá a la preocupación disipada enseguida una vez que Montiel entró al pleno y advirtió que su compañero estaba recuperado.

Por cierto, Les Corts lleva meses sin médico, al encontrarse la titular embarazada y no haber sido sustituida. En el día de ayer, la atención de los 99 diputados y personal de la Cámara corría a cargo de una ATS, la esposa del que fue presidente de la Cámara, el diputado de Unión Valenciana Héctor Villalba.

Sin más para llenar el vacío, Morera jugueteó con unos apuntes. La cámara indiscreta seguía embobada en él. A falta de minutos musicales televisivos para entretener a las señorías y personal del parlamento, los diputados empezaron a revolotear con los móviles en la mano. Un tuit de la esposa del presidente Ximo Puig, publicado sobre las 23 horas, se estaba haciendo viral en los escaños. Pero sin duda, la mejor puntuación la sacó la lideresa de la oposición, Isabel Bonig.

Grabada en su asiento por un diputado de la izquierda parlamentaria, Bonig, provista de auriculares, se contoneaba al son del des-pa-cito de Luis Fonsi. Esa imagen será la más recordada de un debate vetusto, larguito y que pareció discurrir excesivamente des-pa-ci-to. La presidenta del PP, fan confesa del festival de Benicàssim, no duda en ampliar sus gustos y estilos musicales. La intervención en el pleno de la jefa de oposición tuvo su impacto en los medios, pero apenas nada comparado con la que está teniendo el vídeo en su escaño mientras intervenía la diputada de Podemos Llum Quiñonero.

En plena sesión vespertina, el parlamentario Juan Ponce, del sector ecologista de Compromís, se quedó sin poder defender sus propuestas. Decayeron por culpa de un apretón, según varios compañeros, que le obligó a "excusarse" justo en el momento en el que debía subir al estrado. Peor hubiera sido si le llega a alcanzar la batería del equipo de un periodista, que afortunadamente no dio a ningún diputado.

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