Twitter frente a Oltra
En la "corrala" de Twitter a la vicepresidenta Mónica Oltra le han dicho esta vez de todo. Desde “botiflera” a vendida al “PPSOE”. Muchas de las lindezas provienen del entorno de Compromís.
Felipe González, después del “OTAN de entrada NO”, convocó un referéndum para que España se adhiriera a la Alianza Atlántica en el que se empleó a fondo para que ganara el SÍ. En la Comunidad Valenciana compañeros de Mónica Oltra le critican por pedir ahora que no se celebre el referéndum catalán.
Tan a fondo que movilizó a todo aquél que tuviera algún tipo de influencia sobre la opinión pública española para evitar un resultado negativo que hubiera aislado internacionalmente a España por segunda vez en el siglo XX.
Y uno de los arietes que González empleó se llama José María García, popularísimo locutor deportivo de la época, que, en una entrevista que le hizo Mercedes Milá en TVE, y sin venir a cuento, acabó su intervención defendiendo el SÍ en un speech de 2:50 minutos desarrollado sin interrupción alguna pocos días antes de la consulta. Criticando al Gobierno, pero defendiendo su opción. Salvo las distancias, el formato, y poco más, como ahora ha hecho Joan Manuel Serrat desde Chile mostrándose contrario al referéndum catalán. A Milá le llovieron las críticas, a García se le vio casi casi como a un estadista. Y ganó el SÍ.
Mónica Oltra ha pasado en apenas 48 horas de criticar las detenciones de altos cargos catalanes implicados en el referéndum del 1-O a pedir públicamente que éste no se celebre. Oltra -no lo olvidemos porque además ella lo recordó durante su intervención- actuaba como portavoz del Consell que preside Ximo Puig, hace no mucho visitante en La Moncloa y hace menos visitado en el Palau por Pedro Sánchez. Es decir, Oltra hablaba por sí misma y supuestamente también por Puig (al que no citó al hacer su petición a Puigdemont). Pero el desgaste lo está sufriendo ella.
En la corrala de Twitter a Oltra le han dicho esta vez de todo. Desde “botiflera” a vendida al “PPSOE”, pasando por alguna pero no demasiadas lindezas.
Porque en general el sentimiento de los críticos es de “decepción”.
Oltra, con paciencia, fue contestando a los primeros tuiteros con el enlace a un mismo artículo en el que Puigdemont “invita” a Rajoy a pactar los detalles de un referéndum que el catalán dejó claro que era innegociable.
Pasado un tiempo, la vicepresidenta -que también recibió alguna muestra de apoyo- dejó de responder.
Con todo, la principal crítica valenciana a Oltra le ha venido desde una de las corrientes del principal componente de la coalición Compromís, el Bloc Nacionalista Valencià, partido al que ella no pertenece. Mientras Àgueda Micó, coordinadora general del Bloc, pedía “un referéndum alternativo pactado con todas las garantías” (más o menos lo mismo que Podemos, con quien el Bloc no quiere aliarse para 2019), Vicent Fernández i Capilla, coordinador del sector “Bloc i País”, le ha pedido a Oltra que rectifique y vuelva a representar el consenso en Compromís, “que es el derecho a la autodeterminación”. Fernández, de paso, le recuerda a Oltra que es sólo “una de las cuatro coportavoces de nuestra coalición".
De portavocías va también la réplica del presidente de Les Corts a la vicepresidenta del Consell (ambos de Compromís). Enric Morera ha dicho de Oltra que "es la portavoz del gobierno valenciano y, en ese ámbito, no debería posicionarse sobre un tema que es un problema de Estado".
Desde la otra orilla, también le ha pedido coherencia a Oltra el senador popular Antonio Clemente, que encuentra contradicción entre las manifestaciones de la vicepresidenta del Consell y las de su compañero de Compromís, el senador Carles Mulet, que ha anunciado una moción para que el Gobierno central “pida perdón” por su actuación en Cataluña, y ha registrado una petición de comparecencia en el Senado de nada menos que cuatro ministro para que den explicaciones sobre la actuación del Gobierno en Cataluña: los de Hacienda, Justicia, Interior, y Defensa.
Conflictos institucionales
El referéndum catalán está provocando diversos conflictos institucionales. El que se ha creado entre el Consell valenciano y el Govern catalán es uno. Hay otro entre la Delegación del Gobierno y Les Corts Valencianes a cuenta de las críticas del delegado Juan Carlos Moragues al president Enric Morera por los polémicos tuits de éste último a favor del referéndum.
A ello hay que sumar el comunicado de la Unió de Periodistes valencianos en la que se critica la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Cataluña “sin entrar “en la legalidad o legitimidad de la convocatoria” del referéndum.
Y tampoco podemos obviar el extraordinario eco en número de visitas a las declaraciones del histórico ex Unió Valenciana Chimo Lanuza recogidas por EsdiarioCV en las que afirmaba que “las concentraciones pro-referéndum de Compromís nos interesan” (al valencianismo no catalanista).