El Bloc y el futuro de Mónica Oltra

Podemos, tras el cambio de líder en la Comunidad Valenciana y al no tener la visibilidad de los dos socios del gobierno valenciano (el partido de Pablo Iglesias está en el Botànic pero no el Consell), busca un hueco en el mapa, un nicho de mercado electoral antes de que llegue 2019.

Con el relevo de Antonio Montiel (moderado) por Antonio Estañ (joven) los morados están endureciendo progresivamente su apoyo al gobierno de Puig. El primer aviso serio ha sido la propuesta de resolución en Les Corts para la implantación de una tasa al turismo, respaldada por Compromís, y cuestionada cuando no rechazada por el PSPV. Ahora, con ese mismo ariete impositivo, comienza la negociación de los presupuestos de 2018. Este jueves Estañ preguntará al president “¿cuáles son las prioridades del Consell en los Presupuestos de la Generalitat para 2018, teniendo en cuenta que son los últimos que se ejecutarán completos?”. Podemos ya ha explicado que una de las suyas es la citada tasa, una clara manera de marcar diferencias con los que serán sus rivales electorales por la hegemonía de la izquierda valenciana, especialmente si Compromís se fracciona.

Y no es descartable que ello suceda. Cataluña es la clave. Es cierto que en la coalición, a la que por simplificar solemos llamar nacionalista y a la que algunos califican de valencianista, hay una parte que no es nada de todo eso. La encabeza Mónica Oltra, que proviene de EU. El que es nacionalista es el Bloc, la parte mayoritaria del león. Y el Bloc se ha venido arriba. Con tantos años haciendo la travesía del desierto, casi todos ellos frustrados por la barrera del 3% autonómico para siquiera entrar en el parlamento, ahora se ha creído que el éxito electoral pasado de Compromís es perfectamente reproducible en solitario en el futuro. Por eso le marca el paso a Oltra, y le recuerda con cada vez mayor frecuencia que la vicepresidenta del Consell es sólo una de las cuatro coportavoces de la coalición, y hasta se permite polemizar con ella a traves de la segunda institución de la Comunidad, el presidente de Les Corts y exlíder del Bloc Enric Morera.

Así las cosas, el cuadro que nos queda es el siguiente: el Bloc no quiere listas con Podemos para no descafeinarse otra vez, pero acude a Zaragoza a su cumbre estatal pro-referéndum. Podemos aquí marca distancias con el PSPV y por tanto con el Consell, cuestión catalana incluida. El gobierno valenciano se mantiene hasta ahora muy templado en ese asunto, para disgusto del Bloc. Mónica Oltra está en el Consell y no está en el Bloc. Y así quiere seguir. Por tanto, caso de que éste último recupere plenamente su esencia fusteriana (catalanista), resucitada en estos días de crisis en Cataluña, y la haga valer electoralmente, a Oltra no le quedaría otra para seguir en primera línea sin caer en incoherencias que pasarse, aunque sea como independiente, al PSPV. Algo inimaginable hasta estas vísperas del 1-O, pero ahora una opción en absoluto descartable vista las tensiones políticas que vivimos. Evolucionar, sería la idea. Ya lo hizo antes Rosa Aguilar. O el alicantino Manuel Alcaraz, que estuvo en EU, Nova Esquerra, PSPV, y ahora en Compromís. Oltra con Ximo Puig se lleva bien, al PSPV le hace falta una “espenta”, y ella tiene práctica. Cosas veredes.