El algarrobo combate el cambio climático e incrementa la sostenibilidad

El algarrobo es una de las especies vegetales que menos se planta, pero que, sin embargo, más retiene CO2 y, por lo tanto, mejor combate el cambio climático e incrementa la sostenibilidad medioambiental.

Diversos estudios realizados por expertos en el cultivo de este árbol, han determinado que, a nivel medioambiental, las prácticas agrícolas del cultivo, requieren un mínimo o ningún uso de pesticidas. Y aunque el uso de fertilizantes favorece el buen desarrollo del cultivo, con un buen manejo del suelo y realizando las podas necesarias, “el cultivo responde bien con una producción estable”.

Asimismo, la plantación del algarrobo desempeña un importante papel en la preservación del entorno. Al tratarse de un árbol mediterráneo resistente a la sequía, ayuda a la preservación del ecosistema, puesto que es capaz de enriquecer y fijar el suelo y reducir la erosión del mismo.

El árbol es además un cultivo muy eficiente en el uso del agua. Recientes estudios de cultivadores en la Comunitat Valenciana han demostrado que el algarrobo presenta una actividad de fijación de dióxido de carbono muy elevada, comparable e incluso superior al de otros cultivos leñosos, lo que le convierte en una especie muy eficiente en la fijación de CO2 de la atmósfera y que colabora en la reducción del efecto invernadero.

Por ello, se considera el cultivo del algarrobo una especie con un gran interés medioambiental, que contribuye a mitigar el cambio climático y a incrementar la sostenibilidad.

Bueno para el organismo humano y la industria alimentaria

Aparte de los numerosos beneficios medioambientales, fomentar la plantación del algarrobo favorecería la salud de la sociedad, ya que la algarroba es saludable para el organismo humano (actúa como antioxidante y controla la producción de radicales libres); y no contiene teobromina ni gluten, por lo que es un producto vegetal, apto para personas veganas, celíacas y con otras intolerancias alimentarias.

Asimismo, actualmente se les está dando nuevas aplicaciones en la industria alimentaria, al ser utilizada para extraer ingredientes funcionales, elaborar alimentos enriquecidos (productos lácteos, preparados a base de cereales, bebidas…), o para la preparación de suplementos dietéticos elaborados a base fibras y antioxidantes (destinados a personas con determinadas enfermedades, a deportistas, etc.).

Para los expertos en su cultivo, “el impulso y el apoyo a proyectos de plantación e investigación en relación al algarrobo es una alternativa muy válida para trabajar en políticas medioambientales”.