La ciudad del Artista Fallero ya está a pleno rendimiento

A escasos cuatro meses de ver las fallas plantadas en la ciudad de València, la actividad en los talleres falleros comienza a ser frenética, y poco a poco, van tomando forma los proyectos de las secciones más importantes de la competición.

Ya conocemos los trabajos que competirán en las máximas categorías y la competición la tenemos servida. Es por ello, que los artistas falleros aprietan el acelerador para poder adelantar todo el trabajo posible antes del parón navideño. Ya se sabe, que cuando pasan las fiestas navideñas, se pone la quinta y, en ocasiones, la sexta marcha.

A muy buen ritmo trabaja el taller de Manuel Algarra, con dos proyectos que serán referentes en estas fallas de 2018. Es el caso de la Comisión Almirante Cadarso-Conde Altea, donde de nuevo Manuel Algarra marcará su sello característico y será una de las fallas que se nos quedará a todos en la retina. Respecto a su trabajo en la sección 1º A, de la Falla Maestro Gozalbo-Conde Altea, poco se sabe de momento. Será el próximo 1 de diciembre, cuando se presente, la que es sin duda una de las grandes apuestas de la sección para este año. Una categoría, que de nuevo dará mucho que hablar, y de visita más que obligada, cuando estén todos los trabajos en la calle.

El taller de Javier Álvarez Salas Salina, también bulle de actividad con la falla de Telefónica. Este año, cambia su ubicación (se instalará donde anteriormente estaba la carpa de la comisión de Convento Jerusalen) pero que no ha modificado su proyecto por este cambio. El año pasado, obtuvo un tercer premio de la sección de plata.

Pero no sólo los artistas de las secciones más altas, trabajan ya a destajo. Es el caso también del joven artista Fernando Marzo, que este ejercicio realiza ocho fallas, cuatro grandes y cuatro infantiles y donde debuta en la falla Reino de Valencia-Ciscar, en la sección 3ºB.

Los días pasan volando y mientras nos entretenemos en aspectos de la fiesta irrelevantes pero mediáticos, los verdaderos artífices de la fiesta, continúan su trabajo de forma silenciosa pero constante en una Ciudad Fallera, que lejos de ser revitalizada y potenciada como destino turístico de la ciudad, continúa con numerosas naves en venta y alquiler, perdiendo la esencia que tuvo hace décadas y que deberíamos, una vez por todas, trabajar para potenciar la misma.