Dani Parejo contra los estereotipos
Dani Parejo llama a las puertas de la Selección, pero no se le abren. Analicemos con las estadísticas en la mano por qué Lopetegui debería contar con él.
Todos habremos escuchado en más de una ocasión el axioma de que "cuando una cosa va bien no es necesario tocarla". En este caso, la afirmación sirve perfectamente para describir el momento por el que atraviesa la selección española de fútbol (pudiéndose extender a toda la etapa de Lopetegui), y si bien por un lado es incuestionable su certeza, por otro existen una serie de matices que, acto seguido, vamos a proceder a enumerar.
Hay dos jugadores que actualmente merecen con claridad contar con una oportunidad que hasta ahora no han tenido: uno es lateral izquierdo del Chelsea Marcos Alonso y el otro (el que nos atañe) es el mediocentro y capitán del Valencia Dani Parejo. Su caso no deja de ser sorprendente; el seleccionador ha utilizado a 48 jugadores en poco más de un año en el cargo, siendo ocho debutantes, de los cuales, para más inri, tres son medioscentros (Ander Herrera, Illarramendi y el ilicitano Saúl Ñíguez).
Uno de los clichés que siempre han esgrimido los detractores de Parejo es el de falta de sacrificio para el trabajo defensivo, pues bien, ahora los datos tumban esa cuestión: Parejo es con 87 el mediocentro que más balones recupera en este inicio de liga, seguido de Illarramendi con 81, lejos queda Saúl con 52.
Profundizando en el tema, los hasta el momento indiscutibles Koke (63) y Thiago (49) también quedan lejos, si bien es cierto que este último no ha disputado todos los partidos. A tenor de estos datos, a estos dos últimos no les vendría mal tener algo más de competencia (diferente a la que han tenido hasta ahora) habida cuenta de sus mejorables inicios de campaña en Atlético de Madrid y Bayern respectivamente.
Por último (y no menos trascendente) hay contar con el, por así decirlo, factor social; es decir: el momento en el que la prensa comienza a determinar la presencia o no de algunos jugadores en particular.
Por desgracia para el propio Dani, esta última máxima tampoco juega a su favor; no haber progresado más en la cantera del Madrid ni el tan manido hecho de que una parte de su afición (a pesar de su ya demostrado compromiso) no le perdone su presunta indolencia en otras fases de sus siete temporadas en Mestalla le van a servir de ayuda en un desafío tan complicado como el de hacer méritos a contrarreloj para llegar al Mundial, cuestión que sería más factible si su no presencia levantara ampollas entre su propia afición, algo que sería lógico viendo su rendimiento esta temporada, por otra parte.
Una lucha que, no nos engañemos, lleva Dani desde hace tiempo contra, precisamente, esos estereotipos preestablecidos y que, esperemos, pueda saldar positivamente.