Segundo toque de Albert Rivera a Fernando Giner
Y todos a cuenta de anunciadas presencias de Ciudadanos en manifestaciones por las calles de Valencia que cuestionan el discurso de Rivera.
Por una vez en la vida no hay discusión en el Cap i Casal sobre las cifras de asistencia a una manifestación. La del pasado sábado se saldó con entre 10.000 y 15.000. Un 50% de diferencia, sí, pero en un mismo orden de magnitud. No es como cuando unos dicen un millón y los otros 50.000. Las discrepancias en este caso han sido por la calidad, no por la cantidad.
La convocatoria anticatalanista la hizo la Coordinadora d'Entitats Culturals del Regne de Valencia. Es decir, Juan García Sentandréu, acompañado por la ex-Vox Cristina Seguí y la voz de Latino, el cantante Francisco. El lema era “som valencians, somos españoles, no a los Países Catalanes”, y la coletilla, “hemos vuelto”. A pesar de la paradoja lingüística el partido Som Valencians de Joan Ignaci Culla y Jaume Hurtado no se sumó a la cita porque “nunca nos hemos ido”. Y porque tiene otra convocatoria propia para la mañana del 18N.
Pero la tarde del próximo sábado va a tener lugar la gran marcha (casi) unitaria por la reforma de la financiación a la que se ha sumado todas las grandes entidades menos el PP. Las últimas incorporaciones han sido la de la patronal CEV, y, tras ella, la de Ciudadanos. La estrategia naranja en Valencia es desmarcarse de los populares, para lo que, con la excusa de la CEV, se une a -entre otros- los nacionalistas. Eso le valió al megalíder local (portavoz autonómico y portavoz municipal), Fernando Giner, un primer toque de atención de Barcelona, endonde está su sede central. Porque Ciudadanos nació para frenar a los nacionalistas y ahora -entienden- se suma a ellos. “Así empezaron en Cataluña”, explican en la central.
Pero en el mismo acto informativo en el que Giner explicó su llamativo cambio de postura para el 18N con el argumento escasamente ideológico de que “si el pueblo valenciano va a estar en la calle, nosotros estaremos en la calle”, el cabeza visible de Ciudadanos en la Comunidad anunció que él también acudiría (y que daba libertad para hacerlo a los militantes) a la marcha anticatalanista del 11N, la de García Sentandréu. Sin embargo nadie ha conseguido saber a ciencia cierta si estuvo o no.
Conociendo el gusto de Giner por aparecer en cuantas más fotos mejor sorprende que, de haber estado, no conste testimonio gráfico. La tesis de un segundo toque de atención desde Barcelona cobra fuerza. Segundo toque que seguramente es el mismo toque, pero por dos anuncios hechos en un mismo acto en un mismo día, un mal día para Giner.
A Giner siempre se le ha asociado con el sector conservador y un punto valencianista de una parte de Ciudadanos, la que venció sobre la más progresista y centralista que encarnaron los defenestrados exportavoces Carolina Punset y Alexis Marí. Albert Rivera representaría justo un mix de ellos: conservador (José María Aznar habla bien de él) y jacobino. Las últimas encuestas parecen darle la razón electoral a Rivera en su visión sobre el problema catalán y la unidad de España, que sus potenciales votantes (22'7% de intención de voto, lo mismo que PSOE) parecen dispuestos a premiar por su rotundidad, contundencia, y claridad de mensaje. Distorsiones en el discurso, como la de Giner, no son bienvenidas.