Marzà se enmienda: Las extraescolares serán ahora de pago

Si hace un año y medio una norma de la conselleria de Educación obligaba a los centros a ofertar de manera gratuita actividades extraescolares a los alumnos que hacen jornada continua, ahora el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, cambia de opinión y las convierte en clases de pago, para, según declara, “flexibilizar la oferta”.

Un cambio de rumbo del titular de Educación, que se produce tras el paso atrás que tuvo que dar con el decreto de plurilinguismo “obligado” por el Tribunal Superior de Justicia de la CV. El nuevo giro de Marzà es ahora por propia voluntad y a cuenta de las actividades extraescolares que se imparten dentro del horario lectivo.

Será mediante una nueva orden que expondrá el titular de Educación ante los sindicatos de la enseñanza en la Mesa Sectorial. Desde CSIF ya se han pronunciado rechazando este cambio.

Hasta ahora, los centros disponen de una hora y media –desde el fin del comedor hasta las 17 horas- para impartir asignaturas extraescolares como informática, inglés, danza, teatro etc. Lo hacen de manera gratuita para los alumnos cuyas familias no los pueden recoger antes de las 17 horas, y que al inicio del curso optaron por el horario intensivo. Es una exigencia administrativa desde la Conselleria de Educación, que los centros no pueden rechazar. Y ahora, diecisiete meses después de su entrada en vigor, la norma gira 180 grados y pasa a ser justamente la contraria. Marzà ha apuntado que "igual que antes se aseguraba la gratuidad", ahora ha de asegurarse que "ningún niño quede excluido".

Mediante un comunicado ha explicado que se va a modificar el apartado 1 del artículo 2 de la Orden 25/2016 de 13 junio. Dónde se indica que las actividades son gratuitas de oferta obligada del centro y voluntarias para las familias, se cambia por “no tendrán carácter lucrativo, e igualmente serán de oferta obligada y voluntaria”. Así la palabra “gratuita” desaparecerá, lo que abre la puerta a que los centros docentes puedan cobrar a las familias, el coste de estas extraescolares, siempre y cuando “no haya ánimo de lucro”. Según Marzà, de esta manera se "flexibiliza" la oferta, pero "sin excluir a nadie" dado que su departamento “establecerá las medidas necesarias para garantizar que ningún alumno o alumna quede excluido por motivos económicos».

Una decisión que si bien a juicio del conseller se hace atendiendo las peticiones de los AMPAS, desde la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Comunidad Valenciana "Gonzalo Anaya", la mayoritaria en el sector, se cuestiona abiertamente esta decisión. En declaraciones a Radio Valencia Cadena SER el representante de esta organización Màrius Fullana, considera que con la modificación “se rompe la garantía de equidad para todos”.

Y otra novedad. A partir de la entrada en vigor de la nueva norma las decisiones que tomen los AMPAS y los centros sobre la jornada escolar-si se opta por la jornada continua o por la jornada partida-tendrá una vigencia de tres años, y no curso a curso, como se hace hasta ahora.

CSIF rechaza los cambios

El sindicato CSIF presentará alegaciones al borrador para modificar la Orden que regula la jornada continua. La central sindical exigirá a Educación que cualquier cambio garantice la gratuidad de las actividades extraescolares fuera del horario lectivo vinculadas a esa jornada, como delimita la orden. También pide que se pueda votar cada año.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) considera que el matiz del borrador, que establece que esas actividades “no tendrán carácter lucrativo” en lugar de especificar tajantemente que serán gratuitas, “va a generar incertidumbre a las familias”. “La gratuidad de estas actividades es viable, como se demostró el curso pasado y el actual en los centros con jornada continua”, sostiene el sindicato.

CSIF lamenta que conselleria quiera cambiar las normas de funcionamiento cuando la jornada continua ya se está aplicando en numerosos centros tras su aprobación sobre la base de ser gratuitas las actividades extraescolares. “Supone un retroceso respecto al avance conseguido y una manera de alterar las reglas establecidas y votadas”, explica el sindicato.