La concesionaria de La Ribera pone deberes a la Conselleria de Sanidad
Los actuales gestores del departamento presentan un Plan Estratégico para mantener la calidad actual con una inversión de 72 millones en diez años, una media de 7,2 al año. El Consell tiene previstos 6 para 2018, tras la reversión.
Dentro de cuatro meses el departamento sanitario de La Ribera pasará a ser gestionado directamente por la Conselleria de Sanidad que dirige Carmen Montón. Eso, con permiso de los tribunales, que han de decidir si, con arreglo a los datos de eficiencia que argumenta la concesionaria apoyándose en informes oficiales, cabe o no establecer una prórroga en el contrato aún vigente, que en todo caso sería sólo por cinco años. Ribera Salud así lo solicitó por la vía contenciosa, y, posteriormente y para evitar los efectos de una decisión eventualmente favorable pero tardía de la Justicia, solicitando la paralización cautelar de la extinción del contrato.
Pues bien, con este panorama, el Departamento de La Ribera ha presentado un Plan Estratégico para diez años -los cuatro meses que restan de concesión y 116 más- según el cual, y con arreglo a los índices de morbilidad y cronicidad, al incremento en el número de ingresos y de intervenciones desde el año 2000, y a otros parámetros asistenciales, será preciso crear 350 puestos de trabajo más e invertir 72 millones de euros en diez años para mantener los actuales índices de excelencia. Y si no lo hace la actual concesionaria lo deberá hacer la Generalitat.
El Plan contempla cuatro grandes capítulos: ampliación y remodelación de nuevos servicios y áreas, tecnología, transformación digital, y atención primaria
El Hospital de La Ribera tiene una cartera de servicios similar a la de los hospitales generales valencianos y muy superior a la de los comarcales de gestión directa, con un ahorro para las arcas públicas de 50 millones al año. Así lo ha afirmado Javier Palau, gerente del Hospital de Alzira y ex director médico de La Fe, el más importante de la Comunidad Valenciana. El modelo de colaboración público-privada sanitaria valenciana ha sido avalado por el Síndic de Comptes y es motivo de estudio para las universidades de Berkeley y Harvard.
Palau, que ha evitado en lo posible las referencias al fin de la concesión, sí ha afirmado durante la presentación del Plan que “la reversión es un ensayo”, y que, si se confirma, “es previsible que haya problemas” dado el número de cambios que el proceso implicaría. El mensaje oficial a “conselleria y ciudadanía es que hemos hecho las cosas bien y muy meditadas”. Pero el oficioso es un claro aviso a navegantes: si Conselleria no invierte una media de 7,2 millones al año durante 10 años los usuarios de La Ribera serán los perjudicados.