El Levante UD, o cómo dar una lección de supervivencia sin la piedra angular

Y las expectativas de solventar ese déficit hacen de su situación, aún si cabe, algo más halagüeño.

El pasado 23 de julio, todavía con la pretemporada en ciernes, caía lesionado de gravedad Roger Martí, el hombre que había llevado el peso de cristalizar en gol la, por otra parte manifiesta, superioridad del Levante en la mayor parte de la pasada temporada en Segunda División.

El bueno de Roger cumplió con ese tan trascendental rol de manera brillante y con creces, y sus 22 tantos fueron capitales en la consecución del objetivo marcado. Desde el preciso momento en el que se conoció la desagradable noticia se extendió la creencia de que la falta de gol podía lastrar la temporada del Levante, o por lo menos en lo que a sus inicios se refería.

Pues bien; los datos así lo han corroborado en parte, puesto que los delanteros destinados a paliar esa situación no han sido capaces de hacerlo (Nano Mesa y, sobre todo, un Álex Alegría con muchos minutos a sus espaldas no han sido capaces de ver puerta), si bien, hay que reseñar que la segunda línea, tiene en Morales y Bardhi a dos estiletes con la nada desdeñable cifra de cuatro goles para cada uno y, ésta sí ha contribuido a minimizar esos males. Al margen quedaría la reciente cesión del delantero turco Enes Unal por ser todavía una incógnita dada su juventud.

El tan fundamental siempre en el fútbol asunto del gol acostumbra a ser patrimonio casi exclusivo de los delanteros de referencia, y máxime entre los equipos cuya aspiración es la de no pasar apuros en la zona media de la tabla: Así pues, nos encontramos a Sanabria (supliendo la ya tradicional labor de Rubén Castro) con siete tantos en el Betis, al ex levantinista Stuani con otros siete en el Girona, otro ex levantinista cómo Ángel Rodríguez ya ha conseguido seis en el Getafe, la misma cantidad que han logrado hasta el momento dos internacionales como Iago Aspas y el sempiterno Adúriz para Celta y Athlétic respectivamente.

Estos datos, a la vez que hablan de la importancia de esa figura con la que ninguno de los cuatro equipos de abajo está contando (y esos sí lo están pagando enormemente), no hace sino incidir de manera exponencial en el mérito de la campaña que está llevando a cabo el Levante en lo que al primer tercio de competición se refiere.

Así pues, sobran los motivos para el optimismo y, particularmente, cuando se va acercando la fecha (confiemos en tenerlo de vuelta en poco más de dos meses) en la cual, ese buen juego que ha mostrado el equipo en muchos tramos pueda ser canalizado con mayores garantías en forma de buenas y productivas definiciones ante el marco rival, algo a lo que, en los últimos tiempos, nos tenía acostumbrados ese gran delantero que es Roger.