La Generalitat tiene menores a su cargo en Buñol “en una grave situación"
El centro de menores de Buñol sigue en el punto de mira. Un menor estuvo en la UCI por un corte en la femoral.
Mientras una auditoria externa analiza la gestión que se está llevando a cabo desde el centro de recepción de menores de Buñol, los problemas de convivencia y “seguridad” persisten según el Partido Popular. Ante las denuncias de falta de personal hechas por los propios trabajadores, se suman los saturación del centro y sobre todo la de continuos altercados entre los internos.
Entre la descripción de los hechos que estarían produciéndose en este centro, bajo la tutela de la Conselleria que dirige la vicepresidente Mónica Oltra, la diputada popular Maria José Catalá detalla que “en septiembre se produjo un corte en la femoral a una menor que no fue comunicado ni avisado y estuvo seis días hospitalizada en la UCI. En agosto hubo una reyerta en el centro, también una agresión sexual a una menor por parte de varios compañeros.Y hace dos semanas se registraron incidencias, delitos y robos”. Una situación que para la Sindica adjunta del Grupo Popular evidencia “que hay un problema serio" en ese centro que Oltra "no está sabiendo solucionar”.
Ya el Síndic de Greuges y la Fiscalía instaron al departamento de la vicepresidenta a tomar cartas en el asunto. Y por ese motivo se encargó una auditoria externa sobre la gestión del centro, que ahora llevan a cabo los técnicos de la Fundación Arcos del Castillo, los mismos que gestionan en la actualidad el centro de menores de Picassent. Paralelamente, desde la Fiscalía de menores, a consecuencia de la inspección que se realizó en el centro, se ordenó que se solucionaran las deficiencias encontradas como “menores durmiendo en el suelo, desperfectos muy graves y una saturación que doblaba el máximo de plazas que prevé la ley”, según los populares. El plazo para certificar que se ha corregido la situación finaliza en 15 días.
Y en medio de estas inspecciones, el día a día de menores y jóvenes, en número variable diario, que deben convivir en un centro de transito de 45 días como máximo, hasta que se decide administrativamente su destino, ya sea en un centro definitivo o en una familia de acogida.
El ingreso en un centro como el de Buñol, de recepción de menores para su atención integral inmediata y transitoria, se realiza desde tres vías tan dispares como: Por solicitud de los padres o tutores del menor, cuando por circunstancias graves no puedan cuidar del mismo, de la asunción de la tutela por la Entidad Pública como consecuencia de la declaración de desamparo o por la orden de un juez, en la mayoría de casos por actos de delincuencia que no pueden ser corregidos en centros penitenciarios hasta la mayoría de edad en aplicación de la Ley del menor. Todos ellos víctimas, seguramente, de la injusticia social.
Ya se ha contratado a más personal pero persisten los problemas internos de seguridad, como reyertas, robos, agresiones y peleas, persisten desde que se trasladó a un numeroso grupo de jóvenes, procedentes del centro de Monteolivite que ordenó cerrar la Fiscalía y ahora “resulta que donde han llegado tampoco está en buenas condiciones”. A nuestro entender continua Catalá “Están pasando demasiadas cosas y aquí nadie da la cara. Oltra debe dejar de esconder la cabeza. Las cosas van demasiado rápido y son demasiado graves. como para mirar hacia otro lado”.
Según se indica desde Compromís, la plantilla del centro ya dispone de 14 trabajadores más. No obstante, hace escasos diez días, la directora del centro presentaba su dimisión.