Rompiendo el silencio

NI UNA +

Puedes quedarte callado durante la presentación de tu propio libro?... Podemos decir que si.

El grupo EmeDdona enmudeció aquella tarde de Noviembre. Sólo escuchamos. Contaremos a nuestros lectores que todo ocurrió en una pequeña población de Valencia, donde todos los vecinos y vecinas se conocen, se saludan, donde todos creen que saben la vida del otro, donde se fían de las apariencias, de la vida que todos llevamos superficial y conocida. Pero no lo cierto es que no sabemos que sucede en la privacidad del seno familiar.

Estuvimos los presentes debatiendo sobre “La santa muerte”, uno de los relatos policiales de maltrato incluidos en el libro, el cual aborda la violencia machista en la tercera edad, grupo que consideramos de especial riesgo en esta lacra social. Expresa la máxima brutalidad de vulneración de los derechos humanos, el feminicidio.

El relato despertó una reacción súbita en una de las allí asistentes como público, una mujer de aproximadamente setenta años, que alzó la voz y dijo:

“Nunca lo he contado…, pero hoy es el día, yo he sido una mujer maltratada, mi exmarido casi acaba con mi vida”, “El 25 de noviembre me hace recordar todo aquello que pasé durante años”, “Cada imagen que veo me hace pasar nuevamente miedo y tristeza”… el silencio se apoderó de todas y todos los que estábamos en aquel evento.

Continuó relatando cómo su exmarido, con el que tuvo tres hijos, la maltrató física y psicológicamente de forma habitual durante más de veinte años. Un día le propinó tan brutal paliza que pensó que no sobreviviría. Que aguantaba la situación porque prefería que la golpeara a ella y que dejara en paz a sus hijos. Su misión era sobrevivir por y para sus niños.

Lamenta que nadie la ayudara, ella lo habría denunciado, pero todos, sobre todo los familiares, le decían que “eran cosas privadas del matrimonio” y su deber como esposa era estar junto a su marido e hijos. Nadie entendía a esta mujer con graves problemas de maltrato.

Continuó diciendo que lo que más le dolía era que después de más de quince años separada de él, todavía tenía miedo, se sobresaltaba con recuerdos, se despertaba con pesadillas habitualmente… sobre todo cuando en una semana como ésta, todo el mundo hablaba de lo mismo, le recuerda el terror vivido...No lo podrá olvidar jamás!!

Comentó que separada de él empezó a vivir, a quererse, a luchar para sacar a sus hijos adelante, a salir con las amigas y a ocultar su historia, a enmudecer su dolor a sobrevivir y a agarrarse a este presente que la vida le había regalado, porque si, para ella es un regalo.

Sus palabras nos dejaron sin aliento, ningún vecino conocía su caso pese a ser muy popular y participativa en el pueblo, no se lo hubieran podido imaginar. Este silencio se rompió con una mezcla de emociones: aplausos, con vítores de ¡superviviente, luchadora!, con lágrimas, con el apoyo incondicional de su pueblo, porque ahora recibirá ayuda personalizada y aprenderá a enterrar definitivamente su dolor.

La mujer para finalizar su historia dijo: “He contado todo esto para que no le suceda a ninguna mujer que me esté escuchando”…

(*) Grupo EmeDdona

Campaña de EsDiarioCV contra la violencia de Género NI UNA +