La Fiscalía considera “leve” el escrache en casa de Mónica Oltra
La Fiscalía Provincial de Valencia ha remitido al juzgado decano de Llíria (Valencia) las diligencias de investigación penal abiertas a raíz del escrache que sufrió la vicepresidenta del Consell y consellera, Mónica Oltra, a las puertas de su casa el pasado 18 de octubre.
En el escrito, a juicio de la fiscal, la intimidación ejercida sobre la vicepresidenta "no reviste la entidad suficiente" para calificarla como un delito de amenazas graves, pero sí que puede constituir un delito de amenaza leve "por razón de la ideología de la víctima".
La Fiscalía acordó a finales de octubre abrir diligencias de investigación tras recibir una denuncia de la Abogacía de la Generalitat en la que se aludía a una "evidente intimidación y desazón" hacia Oltra que podía ser constitutiva de un delito de acoso u otros como odio o desórdenes públicos. Los hechos se remontan al pasado 18 de octubre cuando, sobre las 21.30 horas, un grupo de personas encapuchadas y con máscaras de la película Scream llegó en coche y se concentró ante el domicilio de la vicepresidenta donde desplegaron una gran bandera española sobre la que aparecía escrito 'viva la unidad de España'.
Los concentrados, con un altavoz portátil, emitieron consignas, hicieron sonar el pasodoble "Que viva España" y el himno nacional, mientras dirigían comentarios hacia Oltra. Los hechos se difundieron en la página de España 2000 en Facebook. Entre los participantes, se encontraba el líder de este partido de ultra derecha, José Luis Roberto.
Según la Abogacía de la Generalitat, estos hechos "produjeron una evidente intimidación y desazón" tanto a la vicepresidenta como a sus hijos, que en esos momentos se encontraban cenando en el domicilio familiar, "todo ello con la consiguiente alteración de su convivencia ante el acoso producido". No obstante, la fiscal sostiene que los hechos no constituyen un delito de acoso, porque requiere insistencia y reiteración, no desórdenes públicos, pero sí cree que la actuación de estas personas "excede del ámbito de la libertad de expresión, ya que esta actuación revestía una intención claramente intimidatoria y, por lo tanto, susceptible de reproche penal".
Así, incide en que los hechos se produjeron en horario nocturno, frente al domicilio particular, en una zona residencial, con lo que se envía el mensaje de que los autores "saben dónde viven tanto ella como sus familiares más próximos", lo que supone un elemento de intimidación.
Además, todos iban con el rostro oculto excepto José Luis Roberto, quien se declara "defensor de la unidad nacional" y defiende posturas "xenófobas y racistas". Por ello, sostiene la Fiscalía que la intención era la de que Oltra supiera quiénes eran los congregados ante su puerta.