Geoffrey Kondogbia: una necesidad casi vital

A continuación, repasaremos su trayectoria y, especialmente, lo que el futuro puede deparar en torno a su figura.

Alguien que con 17 años da el salto al primer equipo del RC Lens y con 19 ya hace lo propio para recalar en una liga varios escalones por encima de la suya de origen ha de ser forzosamente un jugador llamado a ser referente en el futuro. Y más si ese salto de calidad en su carrera viene de la mano del cazatalentos Monchi en el Sevilla, pasando a engrosar la extensa nómina de brillantes incorporaciones de futuro en el club de Nervión durante la última decada.

Pero el Sevilla CF, a la vez, se ha venido convirtiendo en un club vendedor y un trampolín para esos jóvenes talentos. Fue así como, tras un espectacular Mundial Sub-20 en 2013 en el que forma una dupla demoledora en el mediocampo del combinado galo con el entonces juventino Paul Pogba se fijó en él el, en aquella época, nuevo rico del fútbol europeo, el AS Mónaco; el conjunto del Principado acabaría pagando 20 millones por Kondogbia.

Parecía casi imposible pero la secuencia no se truncaba; el Inter lo incorporó dos años más tarde por 38 millones de euros. Kondogbia era una de las estrellas del mercado de forma permanente, ya había sido partícipe de tres nada desdeñables operaciones económicas con sólo 22 años.

Algunos problemas de índole física, más la aparición de jugadores jóvenes que están dando un gran rendimiento en la posición de mediocentro en el conjunto interista (casos de Joao Mario o Marcelo Brozovic) acabarían (tras unas arduas e interminables negociaciones) haciendo posible su cesión al Valencia CF a falta de una semana para el cierre del mercado de verano.

El equipo de Mestalla se hacía por fin con una pieza fundamental, probablemente la más codiciada de su plantilla: alguien capaz de sostener y equilibrar al conjunto, a la vez que da muestras de estar sobradamente capacitado para desatascar partidos debido a, en buena medida, la llegada al área que sus portentosas cualidades físicas le proporcionan.

Y, ahondando en su versatilidad, un jugador válido para hacer mejores a sus compañeros: permitiendo a Dani Parejo tener más presencia en las inmediaciones del área rival al liberarle del trabajo defensivo, o a los laterales (especialmente a Gayá) profundizar por sus carriles sabiendo que tendrán una ayuda a la hora de cubrirles las espaldas.

A su rendimiento actual, habría que añadir su aún tremenda juventud (24 años). Todas estas cuestiones parecerían anticipar un cuarto y todavía más suculento traspaso en torno al mediocentro de Nemours. Pero no, esta vez el Valencia CF ha tenido la habilidad de acordar una opción de compra por valor de 25 millones de euros. Lo siguiente será, con toda seguridad, ejecutarla.

Nadie duda ya de la conveniencia y rentabilidad de la operación, hoy por hoy, la más apropiada para sentar las bases de un futuro más que prometedor.