Partidos: con congresos y sin congresos (PP, PSPV y CSD)

Mientras en un partido asumen que no tendrán congresos internos para renovar cargos orgánicos (PP), en otro una legión de candidatos se prepara para asaltar la secretaría general de su formación a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana (PSPV). Y un tercero en erupción (CSD) ya ha convocado sus citas provincial y autonómica el 20 de enero y el 15 de febrero, respectivamente.

Vayamos por partes y desglosemos por párrafos. En el Partido Popular el efecto dominó de disrupción democrática ya ha sido interiorizado por gran parte de la militancia de Valencia. Si la formación, a nivel nacional, no va a permitir que haya congreso provincial, los comarcales y locales seguirán la misma suerte. Quedarán presumiblemente relegados para después de las elecciones municipales de 2019.

Los presidentes del PP seguirán mandando

La primera consecuencia: los actuales presidentes, bastantes de ellos y ellas candidatos fallidos en su tentativa de alcanzar o repetir alcaldías en 2015, seguirán al frente de su partido en cada ejecutiva local. Por tanto, tendrán la potestad para decidir si se vuelven a presentar o no. Algunos a pesar de acumular derrotas o de recibir un contundente varapalo hace dos años y medio.

Salvo que la ejecutiva regional, en los municipios de más de 20.000 habitantes, y las provinciales, en los que tienen una población inferior a esa cifra, tomen las riendas de la selección de candidatos y lleven a cabo una profunda renovación de caras. Si caen en la inercia mantenida hasta ahora de dejar que nada o poco cambie desde mayo de 2015, corren el riesgo de reiterar los mediocres resultados –comparados con las arrolladoras victorias de la primera década del siglo XXI- y repetir en alcaldías menores.

Muchos candidatos locales en el PSPV

En el PSPV ocurre lo contrario. El hecho de haber tocado poder después de lustros de sequía de gobierno en muchos casos ha animado a bastantes posibles candidatos a subirse al carro y aspirar a dirigir la secretaría general de su respectivo municipio. Siempre un afiliado pletórico puede aducir que agita la bandera del sanchismo, o que los militantes necesitan más renovación que la aplicada por su actual mandatario local, que en muchos casos también ejerce de alcalde.

Algunos primeros ediles ya sufren sudores fríos de pensarlo y de sentirlo en su entorno. Saben que los rivales internos van a proliferar como icebergs en el Ártico. Que bastará una foto en cualquier acto en la que aparezcan con el secretario de organización nacional, José Luis Ábalos, o con la secretaria general provincial, Mercedes Caballero, para argumentar que le avalan.

O con el diputado provincial Bartolomé Nofuentes para mantener que el lobby 3.0 le respalda. O con el portavoz en Les Corts, Manolo Mata, para presumir un poco de todo. Incluso de una impronta institucional al estilo Ximo Puig.

La cuestión consiste en que la convocatoria de congresos locales en el PSPV despertará a una pléyade de aspirantes a secretarios generales locales. Principalmente porque saben que esa secretaría constituye el paso previo a encabezar una lista y, por qué no, a dirigir una alcaldía. Incluso aunque por el camino se quede un compañero de partido que ya ocupa ese cargo. O aunque exista un acuerdo tácito de no plantear primarias si ya tienen alcalde. Nada es inmutable, como recordaría el filósofo griego Heráclito.

Contigo Somos Democracia y sus congresos

Por su parte, Contigo Somos Democracia (CSD), el partido que preside a nivel nacional el valenciano José Enrique Aguar, anda recorriendo camino a marchas forzadas. Ha reclutado ya a 45 cargos institucionales de diferentes formaciones, principalmente concejales, para su causa. De estos, 41 proceden de Ciudadanos. Tiene incluso en cinco capitales de provincia.

Una vez aclarada su estructura nacional, con Aguar al frente y los valencianos José Vicente Giménez y Yolanda Santos en su ejecutiva estatal, afronta ahora la creación de su organigrama provincial y autonómico. Para el primero, en el caso de Valencia celebrará su congreso el 20 de enero y Manolo Martínez, alcalde de Gátova, tiene todas las papeletas para ser presidente.

A mediados de febrero llegará el cónclave autonómico. Yolanda Santos, concejal de Aldaia, podría consagrarse en él como presidenta. Y, en el rol de secretario de organización, aparecería el único de los cuatro tránsfugas de Ciudadanos que ha cambiado ya de partido y se ha afiliado al CSD. Se trata de Domingo Rojo, el que fuera jefe de gabinete del grupo parlamentario cuando lo dirigía Carolina Punset.

Y, mientras, en Valencia ciudad busca multiplicar sus cien afiliaciones actuales implantándose en movimientos sociales e incorporando a neófitos en política. Nuevas caras para rodear a otra ya más conocida, la de su presumible candidato a la alcaldía, José Enrique Aguar. Cada partido sigue su camino.