Guerra del Cava: Nadie contento y expectativas defraudadas en Requena

El Ministerio de Agricultura ha fijado en 4.950 hectáreas la superficie que se podrá autorizar para las solicitudes de nuevas plantaciones del conjunto del viñedo en 2018, a nivel nacional, según la resolución de la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios publicada hoy en el BOE. El plazo de publicación inicial, que finalizaba el 15 de diciembre, ya fue ampliado en 10 días hábiles, para no tener que resolver antes de las elecciones del 21-D en Cataluña.

La resolución aplica a la Denominación de Origen Cava el mismo tope nacional del 0,52%, y como resultado se establece un límite de 172,2 hectáreas aplicable a las solicitudes para 2018, que se reparte a partes iguales entre los tres tipos posibles de operaciones: nuevas plantaciones, replantaciones, y conversiones de derechos de replantación (57,4 ha cada una).

Tal posibilidad está recogida en el Real Decreto 772/2017, de 28 de julio, por el que se regula el potencial de producción vitícola y desarrolla lo contenido en el artículo 63 del Reglamento (UE) n.º 1308/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre que prevé un mecanismo de salvaguardia para nuevas plantaciones, en virtud del cual cada año se deben poner a disposición del sector autorizaciones para nuevas plantaciones correspondientes al 1 % de la superficie plantada de viñedo, pero se da la posibilidad de aplicar un porcentaje menor a nivel nacional si se justifica debidamente.

En este sentido, la resolución fija para 2018 un crecimiento del citado 0,52%, frente al máximo teórico del 1 %. Dicha cantidad, según el Ministerio, permite mantener el equilibrio entre los dos objetivos perseguidos por el Reglamento 1308/2013: lograr un crecimiento sostenido de la superficie de viñedo y evitar riesgos de oferta excesiva en relación con las perspectivas de mercado.

Igualmente el Reglamento (UE) n.º 1308/2013 permite restringir las replantaciones de viñedo en una Denominación de Origen Protegida (DOP), para la que se ha realizado una recomendación justificada por la necesidad de evitar un riesgo bien demostrado de devaluación significativa de los precios. Los consejos reguladores de las DOP Cava y Rioja, así como de la Organización Interprofesional del Vino de Rioja, trasladaron esta recomendación al MAPAMA proponiendo autorizar solo 0,1 nuevas Has para 2018.

Frente a ella la postura de las CCAA de Extremadura, y fundamentalmente de la Comunidad Valenciana con 4.000 has de viñedo para cava, que consideraba que su producción se destina básicamente a la exportación y que no se perturbaría el mercado nacional, por lo que no se veía la necesidad de limitar la superficie al haber potencial de crecimiento. En la audiencia previa a la resolución hoy tomada, la Generalitat Valenciana informó al Ministerio que las peticiones en trámite de Requena en la Comunidad Autónoma sumaban algo más de 1.500 hectáreas: 816,3 hectáreas de autorización de nuevas plantaciones y 692 ha de reconversiones varietales en curso hasta el primer semestre de 2018.

Decisión "salomónica"

La decisión del Ministerio de Agricultura, como le ocurrió al Rey Salomón, no ha contentado a nadie. Los que proponían mandar una señal de que no habría nuevas superficies autorizadas (la parte catalana de la DOP y Rioja) se encuentran con que sigue autorizándose una superficie similar a la de 2016 (unas 200 Has). Desde los territorios del cava no catalán, como Extremadura o Comunidad Valenciana, que querían expandir sus viñedos bajo esta DOP, la cifra no solo es insuficiente, sino que ni siquiera cubre el 10 % los expedientes en trámite en el caso de la Comunidad Valenciana. En estos momentos de salida de la crisis, en juego está el proceso de expansión de grandes bodegas valencianas, la cosecha de los viticultores, e inversiones estimadas en unos 5,6 millones de euros, según la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena.