Los regantes manchegos llaman avaros e indecentes a los del Segura
Los regantes manchegos de Cuenca y Guadalajara, acusan a los del Segura, entre ellos los de Alicante de ser "avaros, indecentes y miserables" por pedir un nuevo trasvase.
La Asociación de Municipios Ribereños, que engloba 22 municipios de las provincias de Cuenca y Guadalajara (Castilla- La Mancha) afectados por los embalses de Entrepeñas y Buendía, ha pasado al insulto directo contra los regantes de otras autonomías.
En esta ocasión a los de la Región de Murcia, sur de la Comunidad Valencia y una pequeña parte de Andalucía, englobados una demarcación hídrica, la del Segura, que alcanza una población total de 1.951.006 habitantes.
Así los manchegos han arremetido contra los del Segura tras su "nueva petición de trasvase" cuando los pantanos están por debajo del 10% de su capacidad, extremo que, según consideran, "sólo es achacable a la avaricia y a una inhumana carencia de vergüenza y decencia".
Abundando en la crítica, los Municipios Ribereños por boca de su presidente, Francisco Pérez Torrecilla, han añadido que "hace falta tener mucha cara y muy poca vergüenza para apelar a la solidaridad cuando van 38 años con el mismo cuento, pero sobre todo hace falta ser miserable, para mentir descaradamente diciendo que las reservas están al cuarenta por ciento".
En un comunicado, aseguran que los del Segura “se asemejan a la cigarra del cuento", tras "vivir décadas aprovechándose de las reservas hídricas del Tajo sin prepararse para el crudo invierno". Y continua, "ahora que les acucia el hambre, después de saquear la despensa de la hormiga, llaman a su puerta pretendiendo comerse hasta su cadáver. En vez de hacer los deberes se han dedicado a crecer y crecer ilegalmente, fagocitando recursos con el beneplácito del Gobierno".
En su opinión, los regantes del Segura "han sobrevivido gracias a la herencia del abuelo y a costa de los primos tontos". "Pero el tesoro se agotó, no hay agua y en estos más de treinta y ocho años de trasvase no sólo no han buscado ninguna solución alternativa sino que encima han hecho más grande el problema añadiendo hectáreas y hectáreas ilegales de cultivo".
"Si se arruinan no es nuestra culpa, llevamos décadas sosteniendo su industria a costa de nuestra propia supervivencia; nosotros sí que estamos arruinados y el Gobierno nos ignora", ha añadido Pérez Torrecilla. "Si se van a morir millones de árboles frutales deberían preguntarse qué hacen plantados allí, en pleno desierto".
Una "tensión dialéctica" fruto seguramente de la extrema situación que se vive en los campos y tierras de regadio españoles en ambas cuencas, ante la acuciante necesidad de agua. Según la información facilitada por el ministerio de Agricultura, las reservas hídricas del Segura se sitúan en el 14% de su capacidad, el pantano de Buendía está al 9'65% de su capacidad y el de Entrepeñas al 9'22%.