Los políticos valencianos: “muelles” o protagonistas

Para los que nos asomábamos a la adolescencia cuando nació la Constitución Española, inevitablemente asociamos sus aniversarios como celebración de ilusión de libertad, cuando todavía no éramos conscientes de la grandeza de quien lo tiene todo por hacer y la vida por delante.

Se diría que treinta y nueve años no es nada y que es un soplo la vida, pero lo cierto es que está aquejada de la crisis de los cuarenta, esa edad vital en la que la mirada es estrábica ante la juventud y la madurez y la vista necesita de lupas a fuerza de presbicia para que nada se nos escape.

La experiencia nos dota de habilidades para reconocer que necesitamos reinventarnos y progresar, aceptando la realidad si sabemos escucharla.

Los cuarenta es momento de adaptar los mecanismos para progresar, sobrevivir y solventar los obstáculos del camino sin renunciar a descubrir nuevas rutas.

Es momento de que la Constitución de 1978, tal como en su Preámbulo proclama, se reafirme para servir de soporte de una sociedad democrática avanzada y proteja a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.

Desde l´Associació de Juristes Valencians estamos realizando un considerable esfuerzo para que los valencianos sean escuchados en este coro de grillos que cantan a la luna, sin que haya lugar a la resignación de que, si no se llora no haya cántaro que nos toque del manantial de reformas que se vislumbran.

Si la Constitución es, como debe ser, la Carta Magna, norma suprema de un Estado de derecho, sólo cabe abrir ventanas a la luz de sus pueblos y culturas, siendo la diversidad una oportunidad de progreso y no un invitado incómodo, donde tengan todos sitio en una mesa redonda, sin menú del día ni plato único, ni ingredientes indigestos para intolerancias varias.

Para los valencianos, cinco siglos de leyes propias deberían bastar como argumento de peso para que la potestad de legislar en materia civil no fuese cuestionada y encajara como pueblo en el que existen derechos civiles, forales y especiales…pero no ha sido así, al prosperar los recursos de inconstitucionalidad planteados por los gobiernos de turno frente a la leyes promulgadas en virtud de la capacidad consagrada en el Estatut aprobado en el 2006.

Ya decíamos hace un año l´Associació de Juristes Valencians, en estas mismas fechas, que no podemos los valencianos permitirnos que, cuando llegue la hora de modificar nuestra Carta Magna, no sepamos qué es lo que queremos y cuáles son nuestros intereses para defenderlos de la manera adecuada.

Así pues, nos preguntábamos si existía realmente un planteamiento valenciano ante la reforma constitucional que, ya entonces, se reclamaba.

Es evidente que muchas cosas han pasado desde entonces cuando decíamos también que los sucesos de Cataluña han evitado que el debate de la reforma constitucional transcurra por los cauces de rigor y moderación que serían de desear en un caso como éste, pero no podemos permitir que el llamado “desafío” enturbie las actuales necesidades que desde Valencia se reclaman dentro del Estado de derecho y para el Estado de derecho, como efectiva garantía de convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo, como en Preámbulo se consagra.

Esta vez no podemos los valencianos quedar al margen de la anunciada reforma constitucional, por dignidad y por el respeto que nos merecemos y el que siempre hemos mostrado por la norma jurídica suprema.

Centenares de municipios, sociedades culturales y civiles que representan a más de cuatro millones de valencianos han pedido a Les Corts Valencianes que cumplan con su papel de defensores del Derecho Civil Valenciano, inicien la reforma constitucional y legislen para cubrir las necesidades sociales de los valencianos.

A fin de aprovechar esta oportunidad de corregir una gran injusticia hemos impartido conferencias reivindicando el Derecho Civil Valenciano en Benicarló, Burriana, Alcoy, Villena, Riola, Favara, Benifayó, Elche, Castelló, Canet, … así como hemos escrito cartas a Rajoy, Rivera, Sánchez e incluso a Felipe VI.

También hemos bailado a la luna de Valencia en la Plaça del Furs el pasado mes de noviembre en la 1ª edición del Rock & Dret.

Lo cierto es que a nuestra adolescencia se han venido encima treinta y nueve años y queda mucho por hacer.

La crisis de los cuarenta se supera celebrando aniversarios, soplando las velas con aire de libertad que la democracia ha permitido y reinventando la ilusión de quien tiene toda la vida por delante.

Que el resultado de la previsible reforma del texto constitucional sea satisfactorio para los ciudadanos valencianos, depende obviamente del papel de los parlamentarios valencianos en el Congreso y el Senado, y también de los diputados de les Corts Valencianes. En nuestra opinión, nunca hemos tenido un mejor plantel de diputados y senadores por su conocimiento de la injusticia cometida con el derecho civil valenciano, pero deben de trabajar activamente por su activa recuperación de un derecho que sigue vigente para casi 300.000 valencianos.

Lamentamos constatar que no hemos empezado bien por la escasa participación de valencianos en la Comisión para la evaluación y la modernización del Estado autonómico constituida en el Congreso el pasado 15 de noviembre y en especial a la vista del escaso número de expertos propuestos por el PP, PSOE y Ciudadanos para abordar temas de interés para los valencianos.

¿Volverán a ser muelles nuestros diputados, senadores y diputados autonómicos ante la previsible reforma constitucional? ¿Volverán nuestros políticos a fracasar en la defensa del derecho civil valenciano?

(*) Abogados. Associació de Juristes Vaelencias