El machismo en las fallas

Son continuas las acusaciones de machismo hacia las fallas. Nada más lejos de la realidad. El último episodio llegó al despertarnos con el titular según el cual el Consell de la Dona se postulaba a revisar y controlar la imagen de la mujer en las fallas.

Una vez más esta asociación se entromete valorando el arte fallero sin conocer su esencia y su razón de ser. En las fallas, la caricatura, la sátira y la crítica son los factores principales y todo tiene cabida, todo se somete al buen hacer del artista fallero. En las fallas que llenan la ciudad de arte efímero se representan personajes encasillados en todo tipo de estereotipos. No son ataques a los colectivos sino representaciones satíricas de la realidad social.

Son de lo más diversas las reacciones de los colectivos falleros. Redes sociales y grupos de whatsapp se han convertido irremediablemente, una vez más, en círculos de opinión mostrando su enfado ante este nuevo ataque recibido por parte del colectivo y proveniente de las autoridades.

Fruto de este revuelo, el propio Pere Fuset, Concejal de Cultura Festiva, trató a través de su muro de Facebook de llamar a la calma entre sus afines y el colectivo fallero y, sobretodo, sus artistas. También el Consell de la Dona dio un paso atrás sugiriendo que no pretenden atacar a las fallas sino trabajar por la igualdad, pero la realidad dice que las fallas se encuentran continuamente en su punto de mira.

Este nuevo episodio no hace más que refrendar la postura adoptada por quienes llevan moviendo los hilos de la fiesta fallera en los últimos dos años y medio. Son muchas las acusaciones de machismo vertidas por los que hoy lucen como adalides falleros en los que se apoya el grupo de gobierno y más en concreto la Concejalía de Cultura Festiva.

Esta situación lleva a continuas confrontaciones ya que sus ataques siempre tildan a las fallas de machistas, franquistas y antidemocráticas cuando todo fallero o fallera es tratada por igual sin diferenciar por sexo o condición.