Valencia 2- Alavés 1: La épica puede más que el fútbol.

El Deportivo Alavés, muy renovado con respecto al que ha venido revirtiendo su situación liguera desde la providencial llegada de Abelardo a su banquillo, empezaba como dueño y señor del encuentro.

Hasta tres llegadas claras tuvieron unos jugadores vitorianos que interpretaban a las mil maravillas cualquier oportunidad de contragolpe que se les presentara. Sobrino a puerta vacía (aunque algo forzado) tras grave error en la entrega de Montoya; el debutante en la titularidad Hernán Pérez mediante remate cruzado a la madera ante el que nada podría haber hecho Jaume Doménech; y, una vez más, Rubén Sobrino en un disparo cercano que el propio Jaume (mentalizado para aprovechar la oportunidad que la Copa le brinda) detuvo providencialmente.

Mientras tanto, el Valencia sólo podía oponer alguna acción individual aislada de (cómo no) Gon¢alo Guedes. Escaso bagaje para los primeros 45 minutos. Pero la decoración iba a cambiar tras el paso por los vestuarios; el cuadro alavesista, después de su encomiable primera mitad, pronto iba a descubrir que, sin embargo, había cometido un error capital: y es que no dejar lo suficientemente tocado al Valencia CF cuando la situación le es desfavorable esta campaña en Mestalla se paga; y así lo demostraron los ches entrando en la reanudación con renovados bríos y la determinación de castigar la falta de puntería que, hasta ese momento, había mostrado el actual subcampeón copero.

Parejo y Kondogbia se hacían, por fin, con los mandos del mediocampo, empujando a los suyos hacia delante y, por otro lado, Rodrigo jugaría magníficamente su papel de revulsivo entrando desde el banquillo. Pero, paradójicamente, los alavesistas serían los encargados de abrir el marcador por mediación de Rubén Sobrino en un potente chut desde 25 metros, tomándose así el delantero manchego cumplida venganza de las oportunidades desperdiciadas en el primer tiempo.

Sin embargo, esto, de ninguna de las maneras, conseguiría hacer decaer el ritmo de juego que el Valencia había, ya por ese entonces, logrado imponer. Primero un error del inexperto meta visitante Sivera al no acertar a detener un centro chut de Guedes en el 72 (habían pasado tan solo siete minutos desde el 0-1), y poco después un perfecto envío en profundidad de Santi Mina (crucial entrada al campo de refresco también la suya) era aprovechado en forma de brillante finalización por parte de Rodrigo Moreno para establecer un marcador final de 2-1 que puede dar por más que aceptable el cuadro de Mestalla para un encuentro de vuelta en el cual Mendizorroza dictará sentencia.

Valencia CF 2- Alavés 1. La épica puede más que el fútbol.