Valencia Basket: Recobrando la eficiencia

El segundo puesto de la Liga Endesa (12-5 de balance victorias - derrotas) sólo por detrás de un intratable Real Madrid supone un más que preciado botín para un conjunto como el taronja, el cual se ha visto obligado a lidiar con una permanente y asoladora plaga de bajas desde, incluso, antes del comienzo de la competición. Contar con solamente uno de los cuatro bases que conforman la plantilla sano, o tener que recurrir al imberbe islandés Tryggvi Hlinason al no tener disponibles a dos de los tres "cincos" con los que de inicio se contaba han devenido, por extraño que parezca, en situaciones habituales durante este primer tramo competitivo.

Sin embargo, lejos de escudarse en todas estas circunstancias, el cuadro taronja ha ido paulatinamente encontrando soluciones para dichos percances, permitiendo que, al igual que en los años precedentes, exista la creencia de que el color taronja estará presente en la lucha por todos los títulos nacionales hasta el último instante (la selectiva Euroliga, por desgracia, da la impresión de ser ya otro cantar).

Sin ir más lejos, ayer visitaba la Fonteta el, hasta el momento, equipo revelación del Montakit Fuenlabrada. Un combinado madrileño que se presentaba con el mismo balance que Valencia Basket en lo que a victorias-derrotas se refiere.

Tal vez por eso, los de la Fonteta hicieron gala de una mentalización extrema desde los primeros compases del choque para así, anular los puntos fuertes de los fuenlabreños dejándolos reducidos a la mínima expresión (sólo el portentoso físico de Christian Eyenga podía mantenerles, a rachas, dentro del partido). Un día más en el que Fernando San Emeterio, Erick Green y, muy especialmente, un rejuvenecido Rafa Martínez castigaban a los visitantes a través de sus magníficos porcentajes desde el perímetro exterior; pero, fundamentalmente, se trató de una exhibición de rendimiento coral de todo el conjunto (algo especialmente remarcable habida cuenta de, cómo no, las cinco bajas con las que había que contar).

El marcador final de 88-72 no hizo sino dar muestra de la superioridad con la que el cuadro toronja resolvió un, aparentemente, peligroso duelo, una demostración más de que el otrora cuestionado Txus Vidorreta parece ya haber hallado la fórmula. Y es que una fórmula como la de ayer, basada principalmente en una defensa intensa y sin fisuras que, a su vez, permitió darle velocidad al juego de ataque es algo que cualquier rival (tanto en España como en Europa) puede acabar por temer. Tiempo al tiempo.