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Valencia Basket 85- Khimki 83: un triunfo con tintes de hazaña

Cuando parecía que la desgracia no podía cebarse más con el Valencia Basket, aún lo haría en otra ocasión en forma de aparentemente grave lesión de Sam Van Rossom

Valenciabasket.com

Publicado por
Carlos Botey

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Sin embargo, esto no sería óbice para lograr otra meritoria y trabajada victoria.

El choque comenzaba con los dos equipos anotando con relativa comodidad bajo unas premisas claras. Mientras Khimki se veía favorecido por una de esas rachas de triples consecutivos sólo al alcance de Alexey Shved (máximo anotador de la Euroliga) en el viejo continente, Valencia Basket sacaba el máximo de los réditos a cada acción de pick & roll ejecutada por Van Rossom y un entonado Tibor Pleiss (23-24 al acabar el primer periodo).

En el segundo, Khimki era capaz de diversificar algo más su juego dando protagonismo a dos aleros atléticos y de gran potencia (Tyler Honeycutt y James Anderson) al estar mejor vigilado Shved. Valencia Basket, a su vez, no cedía en su ofensiva basada, en este tramo de partido, en unos contra uno, generalmente exitosos, de Erick Green, Rafa Martínez o San Emeterio. El tanteador de 46-44 al descanso reflejaba bien a las claras lo anotador del duelo.

Todo discurría bajo los mismos parámetros en la reanudación; la igualdad era máxima y los taronja tenían en Sam Van Rossom a su brújula en la cancha (no en vano era el único sano de entre los bases que conforman la plantilla), y, para muestra, el gran partido que estaba realizando con siete puntos, otras tantas asistencias y cinco rebotes hasta que, en una valiente entrada a canasta cayó arrollado por hasta tres jugadores del combinado ruso. Ya no se volvería a levantar hasta llegar al hospital donde ha pasado la noche.

Ante un percance de este calibre, el cuadro de la Fonteta, lejos de venirse abajo, reaccionó de la mejor de las maneras abriendo una pequeña brecha (77-71) ya en el último cuarto tras sendos triples de Green y un cada vez más adaptado a su nuevo rol de "point guard" (a la fuerza ahorcan) a la vez que brillante en su toma de decisiones, Alberto Abalde. A la par que todo esto ocurría, en el bando moscovita, Alexey Shved exprimía sus galones para disputar su partido particular (intentó hasta 13 lanzamientos desde más allá del 6.75), resultando cruciales sus dos últimas cuestionables selecciones de tiro para echar por tierra las opciones visitantes en el último minuto.

Todo ello nos llevaba, de nuevo, a destacar el calibre de la nueva prueba superada por Valencia Basket. Otra prueba de que sigue, pese a las circunstancias, muy vivo en esta Euroliga.