FC Barcelona 1- Valencia CF 0: Los de Marcelino salen vivos del primer combate

El Valencia CF consiguió, en líneas generales, sus objetivos durante los primeros 45 minutos; Messi no podía resultar el factor desequilibrante que acostumbra al, prácticamente, no entrar en contacto con el balón; el primer disparo a puerta (probablemente no entre los tres palos) se lo sacaba Jaume a Andrés Iniesta en el minuto 38; Coquelin (partidazo el suyo) estaba cada vez más afianzado en las labores de contención para las que fue contratado...

Todas estas cuestiones se desprendían del inteligente planteamiento de Marcelino, el cual permitía los centros desde las bandas (incluso concediéndolos en forma de saques de esquina) para, a su vez, tapar los espacios interiores obligando así a sus volantes Pereira y Carlos Soler a un trabajo defensivo extra. Solamente un pero cabe apuntar en el debe valencianista en este primer acto; las imprecisiones a la hora de manejar el esférico cortaron de raíz cualquier atisbo de salida a la contra. No se llegó a generar ni una sola.

Sin embargo, el encuentro en la segunda mitad se abrió para ambos conjuntos. El cansancio físico valencianista permitía a Messi participar cada vez más, y un remate suyo al lateral de la red, seguido de un lanzamiento de falta que acertaba a detener un toda la noche seguro Jaume avisaban de lo que podía ocurrir más tarde. Mientras tanto, el *Valencia* también se estiró y fue así como *Parejo* pudo probar, por fin, al arquero Cillessen. Poco a poco, Gabriel y Vezo (a destacar su firmeza defensiva durante los 90 minutos) se encontraban con más dificultades para tapar las vías de agua que los blaugrana empezaban a crear.

Y, producto de todo esto, en el ecuador de este segundo periodo, el dominio culé acabaría por lograr el premio; Messi, tras magnífica acción personal, se inventaba un centro sobre la misma línea de fondo que Luis Suárez no iba a desaprovechar, su potente cabezazo ponía el 1-0 en un electrónico que ya nadie iba a acertar a variar. Precisamente fue un hombre de refresco como Santi Mina -el cual entró por Rodrigo en el minuto 81 siendo ésta una sustitución que debió producirse antes- quien inquietó en mayor grado a un Cillessen que se vio obligado a frenar in extremis una internada suya fuera del área. Al final, la sensación de marcador más que aceptable para ambos fue la que imperó en un semivacío Camp Nou, pero, a buen seguro, la atmósfera que se vivirá en Mestalla dentro de siete días será diametralmente opuesta. Y es que se dan todos los condicionantes para que el coliseum valencianista albergue su duelo más electrizante de la última década.